Rusia dijo el jueves 7 de febrero que estaba contando con ser invitado a un diálogo internacional en Montevideo sobre la crisis política de Venezuela, pero se le dijo que no podía participar.
Los enviados europeos y latinoamericanos se reunieron en la capital uruguaya el jueves para la primera reunión de un “Grupo de Contacto” con el objetivo de crear las condiciones para un proceso político pacífico.
“Contábamos con que Rusia tenga la posibilidad de participar en el trabajo que se llevará a cabo en Montevideo hoy, al menos como Estado observador”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, a la agencia de noticias RIA Novosti.
“Pero nos dijeron que tal formato no es posible”, agregó, sin especificar quién tomó la decisión.
Ryabkov también advirtió que “la interferencia externa destructiva, especialmente la interferencia armada, en los asuntos internos de Venezuela es el peor escenario posible”.
Rusia es un firme partidario de Nicolás Maduro y ha denunciado la “usurpación de poder” de la oposición.
La Unión Europea, otros 8 países europeos y 5 naciones latinoamericanas tiene previsto participar en la reunión.
La iniciativa, originalmente lanzada por México y Uruguay como una conferencia de “países neutrales” en Venezuela, se ha convertido en una reunión de un “Grupo de contacto” lanzado por la UE a fines de enero, y se unió Costa Rica, Bolivia y Ecuador.
El miércoles 6 de febrero, Maduro, después de haber rechazado un ultimátum de la UE sobre la organización de elecciones presidenciales anticipadas, dio la bienvenida a la reunión y expresó su apoyo a “todos los pasos e iniciativas para facilitar el diálogo”.
Pero el líder opositor Juan Guaidó, quien el 23 de enero se declaró a sí mismo como presidente interino de Venezuela y ahora es reconocido por 40 países, ha rechazado enérgicamente cualquier conversación con el gobierno, descartándola como una manera para que Maduro gane tiempo.
El Kremlin esta semana criticó los intentos de interferir en los asuntos internos de Venezuela después de que varios países europeos reconocieron a Guaidó como líder interino.
Los dos países tienen una larga historia de vínculos y el predecesor de Maduro, Hugo Chávez, conocido por sus diatribas contra Estados Unidos, fue un visitante frecuente del Kremlin.