Las pruebas de la nueva bomba Drel (Drill) pueden no estar terminadas en 2019, informa Interfax, citando al CEO de Techmash, Vladimir Lepin.
Los periodistas le preguntaron a Lepin si las pruebas del Drel se completarían este año. El jefe de la defensa respondió vagamente, citando el mal tiempo.
“Es la aviación. ¿Ves cómo está el tiempo? Y solo está empeorando”, dijo Lepin.
El servicio de prensa de Techmash informó anteriormente que se espera que las pruebas Drel se completen a finales de año.
La Drel es una bomba deslizante de 500 kg desarrollada por la filial de Techmash, JSC Basalt. Será utilizado por la quinta generación de cazas Su-57. La bomba está diseñada para destruir el equipo terrestre y la infraestructura del enemigo. Una vez que ha dejado el portador, el Drel tiene un alcance de más de 30 km y es prácticamente invisible para los radares. La creación de estas armas se anunció por primera vez en 2016, al mismo tiempo que se iniciaron las pruebas estatales.
La nueva bomba no tiene motor y puede detectar el objetivo con la ayuda del sistema de guía GLONASS.
Las nuevas bombas aéreas -conocidas como Drel- pueden ser lanzadas por un caza bombardero sin entrar en el espacio aéreo enemigo, ya que la propia bomba puede deslizarse durante docenas de kilómetros.
Un solo grupo de submuniciones de la bomba sería capaz de destruir 10 tanques blindados, según el portavoz ruso Sputnik.
Las bombas también son prácticamente invisibles para los radares con elementos de búsqueda de calor y son inmunes a las contramedidas radioelectrónicas.
El Drel es también una bomba de sigilo, lo que significa que no será detectado por los antimisiles de recepción de infrarrojos.
Pero Rusia ya tiene un floreciente catálogo de misiles aire-tierra que incluye el Kh-47M2 Kinzhal, con capacidad nuclear, anunciado por Vladimir Putin en marzo de 2018 y probado varias veces después. ¿Qué papel único desempeña Drel en el arsenal ruso? Ninguno en particular, pero los expertos afirman que es extremadamente rentable. Como dijo a Gazeta el editor de la publicación rusa “Weapon Exports”, “toda la cuestión se reduce al coste. Una bomba deslizante que utiliza datos satelitales GPS es decenas o incluso miles de veces más barata que los misiles aire-tierra guiados. Garantiza una alta precisión a grandes distancias. Pero lo más importante es que el precio de esta bomba aérea permite su uso en masa”.