Rusia comenzó a trasladar armas pesadas y tropas a Bielorrusia, informa The Moscow Times, citando al grupo de vigilancia Belarusian Hajun.
El 7 de julio, Minsk anunció que había entregado al ejército ruso la base aérea de Pribytki (Zyabrovka) en la región de Gomel. Ese mismo día, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró en una reunión con los líderes de las facciones de la Duma Estatal que las fuerzas armadas rusas «en general, todavía no han empezado nada en serio».
El 11 de julio, los bielorrusos Hajun descubrieron que aviones rusos del sistema de detección y control de radares de largo alcance (AWACS) volaron en el espacio aéreo bielorruso por primera vez desde el 4 de abril. Además, los vuelos de aviones de transporte procedentes de Rusia se han hecho más frecuentes. Sólo en un día, el 10 de julio, tres Il-76 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas con carga no identificada llegaron al aeródromo militar de Machulishchy.
Paralelamente a las visitas de aviones militares rusos a cinco aeródromos bielorrusos, ha aumentado el entrenamiento aéreo. El entrenamiento tiene lugar en Baranovichi, Machulishchy, Lida, Luninets y Bobruisk.
En Baranovichi, las tropas bielorrusas y rusas se entrenaron en operaciones de lanzamiento desde helicópteros. También llegaron a este aeródromo unos 20 pilotos rusos. Las fuerzas aerotransportadas también se entrenaron en Bobruisk, Machulishchi y el distrito de Yelsky. El bielorruso Hajun califica de inusual este tipo de entrenamiento. En Bobruisk, los ejercicios ya se han realizado dos veces. Los vuelos de entrenamiento se hicieron más frecuentes en las bases aéreas de Luninets y Lida.
Según el Instituto Americano para el Estudio de la Guerra (ISW), el dictador bielorruso Alexander Lukashenko no se arriesgará a interferir directamente en los combates en Ucrania porque la participación directa en la guerra puede ser peligrosa para su régimen. Sin embargo, es probable que siga dando acceso a las fuerzas armadas rusas al espacio aéreo de su país para demostrar su lealtad a Vladimir Putin.