El presidente ruso Vladimir Putin dijo que Rusia ha formado una reserva de agentes de la ley para su despliegue en Bielorrusia. Las fuerzas de seguridad de Rusia están totalmente preparadas y serán transferidas a Bielorrusia en caso de que la situación allí se salga del control de las autoridades locales, dijo Putin durante una entrevista con el canal de televisión Rossiya-1.
Según él, la reserva de las fuerzas de seguridad rusas se creó a petición de Lukashenko. Al mismo tiempo, Putin prometió que no sería transferido a un país vecino mientras la situación allí esté bajo el control de las autoridades locales.
Putin citó “el cruce ilegal de la frontera y el robo” por “elementos extremistas” como condición para la transferencia de las fuerzas de seguridad rusas a un país vecino.
“Alexander Grigoryevich [Lukashenko] me pidió que formara una cierta reserva de oficiales de la ley, y lo hice. Pero acordamos que no se usará hasta que la situación empiece a descontrolarse”, dijo Putin.
Alexander Lukashenko dijo repetidamente que las protestas, que se llevan a cabo en Bielorrusia desde el día principal de la votación el 9 de agosto, son financiadas desde el extranjero. Según Lukashenko, la situación en el país se está desarrollando según el escenario de las “revoluciones de color”. El 16 de agosto, en una manifestación de apoyo, dijo que los países occidentales están aumentando su poder militar en las fronteras de Bielorrusia, y las tropas de la OTAN están “haciendo sonar sables en las puertas”. En respuesta, el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania calificó las palabras de Lukashenko como una mentira, y él mismo llamó al ex presidente de Bielorrusia. La OTAN aseguró que la alianza no representa una amenaza para Bielorrusia.
Sin embargo, el 22 de agosto, Lukashenko reiteró el “serio movimiento de tropas de la OTAN” cerca de las fronteras de Bielorrusia, Polonia y Lituania. A este respecto, decidió poner a las fuerzas armadas en alerta máxima y ordenó que respondieran sin previo aviso a las acciones de quienes violan las fronteras del país.
El 23 de agosto, cuando se celebró otra manifestación masiva de la oposición en Minsk (los medios de comunicación independientes de Bielorrusia estimaron el número de sus participantes en más de 100.000 personas, y el canal estatal “Bielorrusia 1” en 20.000), los lituanos se alinearon en una “cadena de solidaridad” con los ciudadanos de Bielorrusia. Se extendió desde Vilnius hasta la aldea de Medininkai, situada cerca de la frontera con Bielorrusia, y 50.000 personas participaron en la acción.