Rusia responderá a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra once ciudadanos rusos y seis empresas rusas, informa el servicio de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. La razón de las sanciones fue la acusación de Washington de fraude cibernético.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso señaló la “politización” de las afirmaciones estadounidenses. Los diplomáticos señalan que, si los representantes de Washington tuvieran “pruebas reales”, habrían apelado a la parte rusa para que realizara una auditoría. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, no se ha recibido ninguna solicitud de ese tipo.
“Los diplomáticos añaden que en 2014, Estados Unidos detuvo el trabajo del grupo conjunto sobre ciberseguridad y sigue sin querer reanudarlo. La parte estadounidense utiliza los medios de comunicación para acusar a Moscú de ciberhacking, incluida la interferencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero no quiere mostrar pruebas a los expertos”, dice la declaración. Según los diplomáticos rusos, Washington “simplemente no tiene pruebas de que no se avergüence de presentarse ante los expertos”.
“Resulta que el propósito de los iniciadores de las sanciones no es la lucha contra el crimen, sino otro ataque propagandístico contra Rusia”, informa el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
Anteriormente, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos introdujo sanciones contra ciudadanos rusos y empresas rusas, incluido el grupo hacker Evil Corp. (también conocido como la banda Dridex). Según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, los hackers han desarrollado e implementado un programa de virus Dridex, que se utilizó para infectar ordenadores en 300 bancos e instituciones financieras de más de 40 países. Los estafadores robaron más de 100 millones de dólares.
La lista de sanciones estadounidenses también incluye al ciudadano ruso Maksim Yakubets, quien, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, era el jefe de un grupo de hackers y proporcionaba “asistencia directa a los esfuerzos maliciosos de las autoridades rusas en el campo de la ciberdelincuencia”. El Departamento cree que también cooperó con el Servicio Federal de Seguridad de Rusia. El embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, dijo que estas acusaciones son infundadas y no tienen pruebas.