WASHINGTON – El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, tiene previsto testificar en el Congreso la próxima semana sobre la retirada de Estados Unidos de Afganistán, pero la audiencia se celebrará fuera de la vista del público.
Austin, y el Secretario de Estado Antony Blinken, se dirigirán al Comité de Relaciones Exteriores del Senado en una instalación de alto secreto del Senado el martes 11 de enero, según anunció el comité el martes.
La comparecencia se producirá en un momento en que los funcionarios de Defensa reconocen los pequeños avances logrados por Al Qaeda, el grupo extremista que utilizó Afganistán como base para atacar a Estados Unidos hace 20 años. Austin ha afirmado que el ejército estadounidense es capaz de contener las amenazas que emanan de Afganistán utilizando aviones de vigilancia y ataque con base en otros lugares.
Aun así, la administración de Biden se ha enfrentado a duras críticas y cuestionamientos bipartidistas sobre el caótico final de la guerra más larga de Estados Unidos. Incluso los legisladores que simpatizan con la decisión del presidente Joe Biden de poner fin a esta guerra de 20 años han expresado su preocupación por la precipitada retirada, en la que murieron 13 militares estadounidenses.
Austin testificó junto al general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, ante la Comisión de Servicios Armados del Senado el 28 de septiembre. Reconoció entonces que el Pentágono no había previsto el rápido colapso del ejército y el gobierno afganos.
“Tenemos que tener en cuenta algunas verdades incómodas: que no comprendimos del todo la profundidad de la corrupción y el mal liderazgo en sus rangos superiores, no comprendimos el efecto perjudicial de las rotaciones frecuentes e inexplicables por parte del presidente [afgano] Ghani de sus comandantes, no previmos el efecto de bola de nieve causado por los acuerdos que los comandantes talibanes hicieron con los líderes locales”, dijo Austin.
Cuando Austin se negó a comparecer con Blinken en la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado el 14 de septiembre, el presidente del panel, el senador Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, sugirió que obligaría a Austin a testificar o se opondría a los nombramientos del Pentágono por no presentarse. Menéndez ha calificado de “fatalmente defectuosa” la ejecución de la retirada de Estados Unidos y se ha preguntado cómo continuarán allí las operaciones de recogida de información y de lucha contra el terrorismo.
“Un recuento completo de la respuesta de Estados Unidos a esta crisis no está completo sin el Pentágono, especialmente cuando se trata de entender el completo colapso del ejército afgano entrenado y financiado por Estados Unidos”, dijo Menéndez en ese momento.
El Pentágono dijo entonces que los “compromisos conflictivos” de Austin le impedían testificar.
Aunque Austin dio positivo por COVID-19 el domingo, la fecha de la audiencia del 11 de enero cae fuera del periodo de cuarentena previsto para Austin, que termina después del jueves. Los síntomas de Austin son leves, y ha estado participando en reuniones virtuales mientras trabaja desde casa, dijo un portavoz el martes.