El presidente serbio, Aleksandar Vucic, acusó a Ucrania y a un país de la UE no identificado de estar detrás de una serie de amenazas de bomba falsas contra aviones de Air Serbia.
Desde que Rusia lanzó su invasión de Ucrania a finales de febrero, más de una docena de vuelos de Air Serbia se han visto obligados a regresar a Belgrado o a Moscú por amenazas de bomba, y el aeropuerto de Belgrado fue evacuado al menos tres veces.
“Los servicios (de inteligencia) exteriores de dos países lo están haciendo. Uno es un país de la UE, y otro es Ucrania”, dijo Vucic a última hora del domingo, sin aportar pruebas.
En un comunicado, Oleg Nikolenko, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, tachó las declaraciones de Vucic de “infundadas” y “falsas”.
También dijo que Ucrania estaba decepcionada por la negativa de Serbia a unirse a las sanciones de la UE contra Rusia.
“Pedimos a Belgrado que defienda la verdad y se sume plenamente al apoyo a Ucrania y a la defensa de los valores en los que se basa la Europa democrática unida”, dijo.
Serbia, candidata a la adhesión a la UE, depende casi por completo del gas y el petróleo rusos. Se niega a imponer sanciones al Kremlin y mantiene vuelos regulares a Moscú.
“Seguimos con estos vuelos literalmente por principio, porque queremos demostrar que somos un país libre y que tomamos nuestras propias decisiones”, dijo Vucic.
“No decidan por nosotros cuándo cancelar los vuelos”.
En las últimas semanas, Belgrado ha votado tres veces a favor de las resoluciones de la ONU que condenan la invasión rusa de Ucrania y la suspenden del principal organismo de derechos humanos de la ONU.
Moscú califica sus acciones en Ucrania como una operación militar especial para desnazificar el país.