Decenas de ciudadanos sirios pertenecientes a comunidades minoritarias protestaron el sábado en Londres y París con el objetivo de solicitar protección para la población drusa en la provincia siria de Sweida, donde los enfrentamientos sectarios han causado cientos de muertes. Las consignas se centraron en denunciar la violencia ejercida por grupos islamistas y en pedir asistencia humanitaria para la zona en conflicto.
En el centro de Londres, alrededor de 80 personas se congregaron para corear consignas como “Dios proteja a los drusos” y “Dejen de apoyar a Jolani”, en referencia a Ahmed al-Sharaa, conocido por su alias Jolani, líder del grupo islamista que tomó el control de Damasco a finales de 2024. Los participantes exigieron la apertura de un corredor humanitario por la frontera con Jordania.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó que al menos 940 personas han muerto en Sweida desde el domingo anterior, entre ellas 326 combatientes drusos y 262 civiles de la misma comunidad, incluidos 165 ejecutados de forma sumaria. La violencia ha involucrado a tribus beduinas musulmanas suníes, al gobierno sirio y a actores externos como Israel.
Emad al Eismy, organizador de la protesta en Londres, declaró a la AFP que los ataques persistían en Sweida, enumerando actos de violencia como tiroteos, decapitaciones, violaciones, asesinatos de menores e incendios de viviendas y comercios. La concentración se realizó frente a la sede de la BBC, donde varios manifestantes exhibieron pancartas y banderas drusas con la estrella característica del grupo.
Corresponsales en Sweida confirmaron que, pese a un alto el fuego decretado por el gobierno tras una mediación estadounidense, los enfrentamientos continuaron el sábado. El Observatorio indicó que voluntarios armados fueron desplegados con apoyo gubernamental, mientras que combatientes drusos acusaron a islamistas de haber reforzado a las fuerzas beduinas.
Maan Radwan, uno de los asistentes a la protesta en Londres y con familiares en Sweida, relató que varios parientes suyos fueron asesinados en su casa de huéspedes. Criticó la visita reciente del ministro de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, a Siria, donde se reunió con el presidente interino Ahmed al-Sharaa el 5 de julio.
Las Naciones Unidas solicitaron el cese inmediato de las hostilidades y exigieron una investigación independiente sobre los hechos violentos. En París, William Salha declaró que sus familiares en Sweida permanecen encerrados en sus hogares y calificó su situación de indefensión, al tiempo que responsabilizó al gobierno sirio de permitir la violencia.
Un joven de Londres, que asistió a la protesta con su madre, relató que varios miembros de su familia paterna fueron asesinados a tiros. Según explicó, se enteraron del hecho a través de una tía que logró comunicarse con ellos tras el ataque.
En París, Aida Haladi sostuvo una fotografía de su hermano, asesinado el jueves frente a su casa cuando intentaba recoger medicación. Criticó al presidente interino sirio y expresó indignación por la recepción oficial que recibió en mayo por parte del presidente francés Emmanuel Macron. Horas después de la manifestación, Francia pidió a todas las partes respetar el alto el fuego vigente.
Eva Radwan, estudiante de doctorado de 41 años, mostró la imagen de su primo de 34 años y de sus sobrinos de 13 y 16, quienes, según afirmó, fueron asesinados dentro de su vivienda. Explicó que sus padres abandonaron el barrio tras un bombardeo reciente. En la protesta, Radwan lideró una consigna con megáfono frente a la Torre Eiffel exigiendo la salida de Jolani de Siria.