El sistema de salud en Líbano, ya golpeado por una profunda crisis, se está alistando ante la posibilidad de una guerra de gran envergadura con Israel, según declaró el ministro de Salud del país, Firas Abiad, en una entrevista con The Associated Press el lunes.
Abiad señaló que se ha establecido un inventario de suministros críticos que cubre un periodo de cuatro meses, y subrayó: “Esperamos que todos los esfuerzos que estamos haciendo para prepararnos para esta emergencia sean en vano” y que se evite un conflicto mayor.
“Lo mejor que queremos es que todo esto resulte innecesario”, añadió.
Desde el 8 de octubre, las fuerzas lideradas por Hezbolá han lanzado ataques casi diarios contra comunidades israelíes y puestos militares en la frontera norte de Líbano, alegando que estas acciones son en apoyo a Gaza en medio de la guerra en esa región.
Actualmente, la región está en alerta ante una posible escalada, ya que Israel se prepara para responder a los grandes ataques que Irán y su aliado Hezbolá han amenazado con llevar a cabo tras los asesinatos de líderes terroristas en Beirut y Teherán el mes pasado.
El ministro Abiad subrayó que las autoridades sanitarias libanesas consideran “muy en serio” la posibilidad de que los hospitales se conviertan en objetivos en un conflicto más amplio.
Líbano, cuya atención sanitaria fue en su momento una de las más destacadas en la región, ha enfrentado múltiples crisis desde 2019, incluyendo una crisis fiscal derivada de décadas de corrupción y mala gestión. Además, el país ha lidiado con desafíos como la pandemia de COVID-19, la devastadora explosión en el puerto de Beirut en 2020 que afectó gravemente la infraestructura sanitaria, y la reducción de la ayuda internacional destinada a apoyar a Líbano en su acogida de más de un millón de refugiados sirios.