El primer ministro británico, Keir Starmer, afirmó que su prioridad radica en detener la guerra entre Irán e Israel mediante negociaciones, al tiempo que alertó sobre el riesgo de que la escalada trascienda los límites de Medio Oriente.
El líder británico evitó precisar si el Reino Unido participaría directamente en la guerra en caso de que Irán ataque bases estadounidenses. Sin embargo, confirmó el despliegue de equipo militar en la región para salvaguardar los intereses nacionales, la seguridad de su población y el respaldo a sus aliados.
“No especularé sobre posibles escenarios, pues mi atención se centra en reducir las tensiones”, aseguró Starmer.
Desde el estallido de la guerra entre Israel e Irán, hace más de una semana, el Reino Unido reforzó su presencia militar en Chipre con el envío de aviones de combate Typhoon y aviones cisterna Voyager. Previamente, Irán había advertido que atacaría bases estadounidenses, francesas y británicas en la región si estos países prestaban apoyo a Israel.