Dos empresarios vinculados a compañías taiwanesas fueron interrogados como parte de una investigación relacionada con la explosión de bíperes utilizados por agentes de Hezbolá en el Líbano, según informaron los investigadores el viernes. Mientras tanto, altos funcionarios han insistido en que los dispositivos no fueron fabricados en la isla.
El origen de estos dispositivos y su suministro al grupo han generado preguntas y especulaciones, después de que cientos de bíperes y walkie-talkies detonaran en diversas partes del Líbano el martes y miércoles, causando la muerte de al menos 37 personas y dejando a casi 3.000 heridos.
The New York Times reportó esta semana que Israel había introducido material explosivo en un cargamento de bíperes de la empresa taiwanesa Gold Apollo, citando fuentes estadounidenses y otros funcionarios anónimos.
Sin embargo, el director de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, negó la fabricación de estos dispositivos, señalando a su socio húngaro BAC Consulting KFT, al cual Gold Apollo había autorizado a usar su marca registrada.
Según medios locales, la segunda persona interrogada fue Wu Yu-jen, un representante asociado con BAC Consulting KFT, quien fundó una empresa con sede en Taipéi llamada “Apollo Systems”.
La fiscalía del distrito Shilin de Taipéi emitió un comunicado donde afirmaba: “Nuestro país se toma el caso muy en serio”. Tras varias rondas de interrogatorios, ambos testigos fueron liberados.
La oficina añadió que están trabajando para aclarar los hechos lo más rápido posible, incluyendo si alguna empresa taiwanesa está involucrada o no.