FRANKFURT (Reuters) – La tasa de infección por coronavirus en Alemania ha aumentado hasta su nivel más alto desde el inicio de la pandemia, según mostraron el lunes las cifras de salud pública, y los médicos advirtieron que tendrán que posponer las operaciones programadas en las próximas semanas para hacer frente a la situación.
La tasa de incidencia de siete días -el número de personas por cada 100.000 que se infectaron en la última semana- subió a 201,1, por encima del récord anterior de 197,6 en diciembre del año pasado, según mostraron el lunes las cifras del Instituto Robert Koch.
El número de casos confirmados de coronavirus ascendió a 4.782.546, frente a los 4.767.033 del día anterior. El número de muertes aumentó en 33, hasta un total de 96.558.
Christian Karagiannidis, director científico de la asociación DIVI de medicina intensiva y de urgencias, declaró que el aumento previsto de los casos de coronavirus en las próximas semanas obligaba a posponer algunas operaciones programadas.
“Sólo podremos hacer frente a la carga de todas las urgencias si se ahorra en otro sitio, aunque definitivamente no en los tratamientos quirúrgicos contra el cáncer”, declaró al periódico Augsburger Allgemeine.
Alemania ya ha tenido que reubicar a algunos pacientes de regiones con hospitales sobrecargados.
Los tres partidos alemanes que están en conversaciones para formar un gobierno de coalición a principios de diciembre han acordado no prorrogar el estado de excepción en todo el país.
En su lugar, presentaron a última hora del lunes un proyecto de ley que modificaría la legislación vigente para permitir que medidas como las mascarillas obligatorias y el distanciamiento social en los espacios públicos sigan aplicándose hasta marzo del próximo año.
El proyecto de ley se presentará el jueves en la cámara baja del Bundestag y se votará en una sesión especial una semana después.
El primer ministro del estado de Baviera, Markus Soeder, pidió anteriormente una acción más decisiva en vista del nuevo pico de incidencia. Hay que hacer algo más “que una pequeña prueba obligatoria en las residencias de ancianos”, declaró a la radio Deutschlandfunk.
Pidió que las pruebas vuelvan a ser gratuitas, que se reactiven los centros de vacunación y que los estados y el gobierno federal coordinen sus estrategias. Alemania ha suprimido las pruebas gratuitas para incentivar la vacunación.