Un ataque reivindicado por el Estado Islámico en un complejo carcelario de la ciudad afgana de Jalalabad mató al menos a tres personas e hirió a docenas, desencadenando intensos combates en los que escaparon decenas de reos, informó un funcionario.
Sohrab Qaderi, miembro del consejo provincial, afirmó que la explosión de un enorme coche bomba fue seguida por al menos dos explosiones más pequeñas fuera de la cárcel gestionada por el gobierno, y que la policía luchó entonces contra los atacantes que habían tomado posiciones en las cercanías.
La agencia de noticias Amaq del Estado Islámico citó a una fuente militar que señaló que sus combatientes habían llevado a cabo el ataque del domingo, pero no dio más detalles. No hubo confirmación independiente de que el grupo militante fuera responsable.
“Al menos tres personas murieron y 25 resultaron heridas en los continuos enfrentamientos”, mencionó Qaderi. Más de 50 prisioneros escaparon, y el número de muertos podría aumentar, añadió.
El asalto ocurrió en el tercer y último día de un alto al fuego entre el gobierno afgano y los talibanes, cuando cientos de reclusos talibanes fueron liberados en un intento de dar un empujón final a las conversaciones de paz intra afganas.
Los talibanes no fueron responsables del ataque, manifestó un portavoz del grupo islamista.
El presidente Ashraf Ghani y los talibanes han indicado que las negociaciones, largamente retrasadas, podrían comenzar inmediatamente después del festival de Eid al-Adha, que tuvo lugar en Kabul el jueves.
El Talibán indica que ha liberado a todos los mil reos afganos que había prometido liberar en un acuerdo con los Estados Unidos.