Una detonación en un vehículo militar en Braiqaa causó tres bajas en el ejército libanés y dejó civiles heridos el 20 de abril de 2025.
El ejército investigará la explosión ocurrida en plena misión de despliegue
Tres miembros del ejército libanés, incluido un oficial, murieron el 20 de abril tras una explosión mientras transportaban municiones en un vehículo en la localidad de Braiqaa, distrito de Nabatiyeh, al sur del país. El estallido ocurrió a unos 20 kilómetros de la frontera con Israel, en una región marcada por años de conflicto y en medio del despliegue militar vinculado a la implementación del acuerdo de tregua firmado en noviembre de 2024 entre Israel y Hezbolá.
El ejército libanés confirmó en un comunicado que la explosión tuvo lugar durante el traslado de armamento. Unidades especializadas se encuentran analizando las causas del incidente. Un corresponsal de la AFP en el lugar informó que el vehículo militar quedó calcinado en la carretera y que comercios y viviendas cercanas sufrieron daños. La zona fue acordonada para permitir el trabajo de los investigadores.
La explosión en Braiqaa no constituye un hecho aislado. Días antes, otra detonación en el sur del país provocó la muerte de un soldado libanés. Aunque las causas exactas de ambos sucesos no se han revelado, el área de Nabatiyeh ha sido escenario recurrente de tensiones debido a su cercanía con Israel y a la presencia histórica de instalaciones de Hezbolá.
Desde el inicio del alto el fuego el 27 de noviembre de 2024, el ejército libanés ha desplegado aproximadamente 5,000 soldados en el sur del Líbano, con la finalidad de desmantelar infraestructura de Hezbolá y fortalecer la seguridad en la región, conforme al pacto mediado por Estados Unidos y Francia.
Detalles clave sobre el despliegue militar y la situación en el sur
- El acuerdo de noviembre de 2024 exige el retiro de Hezbolá al norte del río Litani.
- Israel debe replegar sus fuerzas al otro lado de la Línea Azul, según lo estipula la Resolución 1701 de la ONU.
- El ejército libanés coopera con la Fuerza Interina de Naciones Unidas (UNIFIL) en la zona desmilitarizada.
- Más de 3,800 personas murieron en el Líbano durante los 14 meses de enfrentamientos con Israel.
- Hezbolá justifica su actividad armada por la disputa en las Granjas de Shebaa y la presencia de refugiados palestinos armados.
El acuerdo de tregua no ha logrado eliminar las tensiones regionales
Los 14 meses de hostilidades que comenzaron el 8 de octubre de 2023 tras el ataque de Hamás a Israel concluyeron con la firma del alto el fuego. Durante ese periodo, Hezbolá lanzó cohetes y artillería contra objetivos israelíes, e Israel respondió con bombardeos y una incursión terrestre en el sur del Líbano.
Las cifras oficiales indican que 45 civiles y 31 miembros de seguridad israelíes murieron, además de 46 soldados durante las operaciones en territorio libanés. En paralelo, la guerra provocó daños en más de 2,800 estructuras en el norte de Israel, según información del ejército israelí.
A pesar del cese al fuego, las hostilidades persisten. Israel ha realizado más de 400 ataques aéreos, de misiles o artillería en el Líbano entre el 27 de noviembre de 2024 y el 6 de enero de 2025, según datos del grupo ACLED. Estas acciones se justifican por la presencia de operativos de Hezbolá cerca de la frontera.
El gobierno libanés ha manifestado su desacuerdo con estos ataques. El ministro de Relaciones Exteriores, Abdallah Bou Habib, acusó a Israel de violar el pacto. Sin embargo, la ausencia de una definición clara de “violación” en el comité de supervisión liderado por Estados Unidos ha dificultado su aplicación.
Zona sur del Líbano sigue siendo un punto crítico de seguridad
Tras la retirada israelí en el año 2000, el distrito de Nabatiyeh se consolidó como un bastión de Hezbolá. La Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, aprobada en 2006 tras la guerra entre Israel y este grupo, estableció una zona desmilitarizada cuya implementación ha sido parcial.
A lo largo de los años, Hezbolá ha mantenido su estructura armada en el sur, acumulando armas y excavando túneles. Israel ha reportado múltiples violaciones de la Línea Azul, y entre 2007 y 2021, la UNIFIL registró más de 22,000 incursiones aéreas israelíes en espacio aéreo libanés.
Hezbolá justifica su actividad militar en la región argumentando la permanencia israelí en las Granjas de Shebaa, además de la presencia de refugiados palestinos en campamentos utilizados por grupos armados.
La reciente explosión en Braiqaa refleja los desafíos que enfrenta el ejército libanés al intentar estabilizar la región. El manejo de municiones decomisadas o abandonadas implica riesgos permanentes. En septiembre de 2020, otra explosión en un presunto almacén de armas de Hezbolá en Ain Qana causó importantes daños materiales.
La presencia militar y el regreso de civiles agravan el panorama
El retorno de desplazados ha generado nuevas preocupaciones. Miles de ciudadanos han comenzado a regresar al sur tras el alto el fuego, ignorando las advertencias del ejército libanés e israelí sobre los peligros persistentes en áreas todavía militarizadas.
Por otro lado, cerca de 50,000 desplazados israelíes del norte del país aún no han retornado. Las autoridades israelíes han señalado que la reconstrucción de comunidades afectadas requerirá entre 30 y 60 días.
La comunidad internacional ha expresado inquietud por la sostenibilidad del cese al fuego. La ONU y los países mediadores, como Francia, han advertido sobre la falta de mecanismos de monitoreo efectivos que garanticen la aplicación del acuerdo.
Mientras tanto, el ejército libanés intenta afianzar su presencia en el sur en un contexto político adverso. El país enfrenta una crisis económica severa y un vacío de poder presidencial que persiste desde 2022, lo que limita su capacidad de acción.
Escenario regional se mantiene tenso con conflictos en varios frentes
La explosión en Braiqaa se enmarca en un contexto regional complejo. En la Franja de Gaza, la guerra entre Israel y Hamás se reactivó en marzo de 2025 tras el colapso de una tregua. Autoridades locales reportaron al menos 19 muertos palestinos en un solo día de enfrentamientos.
En Siria, la situación también se ha deteriorado. La presencia militar israelí en los Altos del Golán y recientes ataques en Damasco han incrementado la tensión con Irán, principal aliado de Hezbolá en la región.
El ejército libanés continúa enfrentando múltiples desafíos. Asegurar el control del sur requiere no solo medios militares, sino también respaldo político institucional, algo que hoy está comprometido debido a la situación interna del país.
Los recientes incidentes en el sur muestran que, pese a los acuerdos internacionales, el equilibrio sigue siendo frágil. La acumulación de armas, la circulación de municiones sin asegurar y las fricciones entre actores armados continúan poniendo en riesgo la estabilidad de la zona.