El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue cuestionado recientemente sobre cómo negociaría con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con Hamás para lograr la liberación de los rehenes y evitar más muertes de civiles en Gaza.
Trump reiteró su postura de que, bajo su administración, la guerra en Gaza nunca habría comenzado. Además, lanzó una crítica a la actual vicepresidenta Kamala Harris, afirmando que ella “odia a Israel”.
Según Trump, Harris no quiso reunirse con Netanyahu cuando este pronunció un discurso ante el Congreso. “Se negó a estar presente porque estaba en una fiesta de su hermandad… odia a Israel. Si ella llega a ser presidenta, creo que Israel desaparecerá en dos años”, señaló Trump, destacando que, aunque ha sido certero en muchas de sus predicciones, espera equivocarse en esta ocasión.
El expresidente también agregó que Harris, a su juicio, “odia a la población árabe”, ya que considera que la situación en Medio Oriente está al borde del colapso.
“Todo el lugar va a explotar: los árabes, el pueblo judío, Israel. Israel desaparecerá”, insistió Trump, y recalcó que bajo su administración, Irán estaba al borde de la quiebra y, por lo tanto, no tenía recursos para financiar a grupos como Hamás o Hezbolá. “Estaban en bancarrota”, aseveró.
Trump también señaló que la guerra en Yemen con los hutíes y la situación general en Medio Oriente no habrían ocurrido bajo su gobierno. “Voy a resolverlo y rápido”, concluyó.
Ante las declaraciones de Trump, Kamala Harris rechazó categóricamente la acusación de que odiaba a Israel, afirmando: “Eso no es en absoluto cierto”. Harris se describió como una defensora de Israel a lo largo de toda su vida.