Estados Unidos ejecutó un ataque militar contundente contra los islamistas hutíes en Yemen, anunció el presidente Donald Trump.
Trump afirmó en redes sociales que fuerzas estadounidenses llevan a cabo bombardeos sobre bases, líderes y defensas antimisiles del grupo, con el objetivo de salvaguardar activos marítimos, aéreos y navales, además de restaurar la libre navegación. Aseguró que ninguna organización terrorista impedirá la circulación de buques estadounidenses en las rutas internacionales.
El mandatario advirtió que se empleará una fuerza letal hasta alcanzar los objetivos estratégicos y responsabilizó a los hutíes, respaldados por Irán, de poner en peligro el comercio marítimo en el mar Rojo. También lanzó una amenaza directa: “El infierno lloverá sobre ti como nada que hayas visto antes”.
Trump exigió a Irán que cese inmediatamente su apoyo a los rebeldes y declaró que cualquier amenaza contra Estados Unidos tendrá represalias severas. “Si nos desafían, responderemos sin piedad”, aseveró.

El movimiento hutí advirtió que atacará barcos israelíes en aguas de Oriente Medio, en represalia por la suspensión del flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza y la negativa de Israel a reanudar la tregua. El grupo identificó como posibles objetivos el mar Rojo, el Golfo de Adén, el estrecho de Bab el-Mandeb y el mar Arábigo. Aunque los ataques habían cesado temporalmente en enero tras un acuerdo de rehenes, la nueva advertencia sugiere una posible reactivación de la ofensiva.
Israel ha elevado su nivel de alerta ante el riesgo de misiles balísticos y drones hutíes, pero hasta el momento no ha emitido instrucciones para la población civil ni se han reportado incidentes en el mar.
El Centro de Coordinación de Operaciones Humanitarias hutí justificó la amenaza como una respuesta moral y religiosa en apoyo a los palestinos en Gaza, sin hacer referencia explícita a la Armada estadounidense. Sin embargo, el USS Harry S. Truman y su grupo de combate patrullan actualmente el mar Rojo, mientras las fuerzas militares de Estados Unidos permanecen en máxima alerta.
En ofensivas anteriores, los hutíes han atacado buques de guerra de Estados Unidos y otras naciones occidentales, lo que desató represalias de una coalición liderada por Washington y Londres. La campaña de los rebeldes comenzó en noviembre de 2023, un mes después de la incursión de Hamás en Israel que dejó 1.200 muertos y 251 rehenes, desencadenando la guerra en Gaza.

Desde entonces, los hutíes han lanzado más de 40 misiles balísticos y múltiples drones contra Israel, uno de los cuales mató a un civil en Tel Aviv en julio. También han atacado embarcaciones israelíes y de otras banderas, interrumpiendo rutas comerciales y hundiendo dos barcos mercantes, con un saldo de cuatro marineros muertos.
la guerra ha dado mayor notoriedad a los hutíes, aunque el grupo enfrenta una crisis económica y ha intensificado la represión interna en Yemen, donde la guerra civil lleva más de una década. Saná y gran parte de la costa occidental del país siguen bajo su control, mientras el gobierno respaldado por Arabia Saudita mantiene otras regiones.
El alto el fuego en Gaza expiró el 2 de marzo, cuando Israel bloqueó la ayuda humanitaria tras el rechazo de Hamás a extender la tregua. Abdulmalik al-Hutí, líder rebelde, exigió el restablecimiento del suministro, advirtiendo que, de no cumplirse, los ataques contra Israel se reanudarían. El ultimátum expiró el martes.