El presidente de Estados Unidos Donald Trump ha ordenado a Chevron que empiece a “concluir” su producción de petróleo en Venezuela en el último aumento de la presión contra el régimen de Maduro en Caracas.
AP informa que Chevron ha invertido unos 2.6 mil millones de dólares en el desarrollo de campos y equipos en Venezuela durante los últimos cien años y es hasta la fecha la única empresa petrolera estadounidense a la que Washington ha permitido seguir operando en el país.
Sin embargo, esto puede terminar pronto, ya que Trump busca apretar más la soga alrededor del cuello del régimen de Maduro. El gobierno de los Estados Unidos ha concedido a Chevron una serie de exenciones de sanciones contra Venezuela. Sin embargo, con el estado actual de la industria petrolera, junto con el empuje de la máxima presión sobre Caracas, esto puede terminar pronto. Si eso sucede, la compañía se vería obligada a cancelar sus inversiones en Venezuela.
La última prórroga de Chevron para sus operaciones en Venezuela expira hoy.
Chevron opera una empresa conjunta con PDVSA de Venezuela en el país que alberga los recursos petroleros más abundantes del mundo. Petroboscan, la empresa conjunta, produjo alrededor de 200.000 bpd a partir de octubre, con la participación de Chevron en 34.000 bpd. La gran empresa de EE.UU. tiene una participación del 30% en la empresa. En marzo, la producción de Petroboscan cayó en más del 50 por ciento a 50.000 bpd de hasta 120.000 bpd solo tres meses después.
Hasta hace poco, Chevron no estaba tan dispuesta a aceptar la cancelación de activos en sus operaciones en Venezuela. La compañía argumentó que si abandona el país, creará un vacío que será llenado por compañías rusas y chinas, lo cual, según Chevron, perjudicaría los intereses geopolíticos de los Estados Unidos en Venezuela. Ahora, la supermayor puede estar más dispuesta a dejar de bombear petróleo en el país sudamericano con los precios del petróleo en un acantilado y con pocas esperanzas de una rápida recuperación.
Mientras tanto, han surgido informes de que el régimen de Maduro está negociando con la oposición; aunque los detalles no están disponibles, el hecho de las conversaciones sugiere que ambas partes están preocupadas por su supervivencia en medio del brote de coronavirus, que ha exacerbado una situación económica y política ya dramática.