El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aborda el Air Force One en la Base Conjunta Andrews, en Maryland, para volar a Israel antes de la liberación de rehenes prevista para mañana y de una cumbre multinacional en Egipto destinada a poner fin a la guerra en Gaza, a la que asistirán numerosos países occidentales, musulmanes y árabes, aunque no Israel.
“Todo el mundo está muy entusiasmado con este momento. Es un evento muy especial”, declara a los periodistas antes de subir al avión.
“Hay quinientas mil personas reunidas ayer y hoy en Israel”, afirma, al parecer en referencia a una manifestación masiva por los rehenes realizada anoche en Tel Aviv, en la que participó el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff, quien fue aplaudido. Los organizadores de la manifestación aseguraron que asistieron quinientas mil personas.
“También los países musulmanes y árabes están celebrando. Todo el mundo está alentando al mismo tiempo. Eso nunca había ocurrido antes”, añade Trump. “Por lo general, si uno celebra, el otro no. Esta es la primera vez que todos se muestran asombrados y emocionados. Es un honor participar en esto. Vamos a vivir una experiencia extraordinaria, algo que nunca se había visto”.