Durante una reunión en la Casa Blanca, Donald Trump instó a que los habitantes de Gaza se reasienten de forma permanente en otros países. Acompañado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, el presidente estadounidense expresó optimismo sobre el avance del alto el fuego y la liberación de rehenes en el enclave.
Trump describió a Gaza como un territorio destruido e inhabitable. “Casi no queda ningún edificio en pie, y los que quedan están a punto de derrumbarse”, afirmó. Añadió que la situación actual, con explosivos por doquier, es demasiado peligrosa.
El mandatario señaló que algunos países han mostrado interés en recibir a los desplazados palestinos. “En Gaza todo es muerte”, declaró. Propuso crear un entorno seguro y digno donde los residentes puedan rehacer sus vidas. Trump cree que estos refugiados preferirían no regresar a Gaza si se les ofreciera una alternativa adecuada.
Sobre el financiamiento del proyecto, comentó que se esperan aportes de naciones adineradas dispuestas a colaborar. Mencionó a Jordania, Egipto y otros posibles países receptores. Según sus cálculos, el plan afectaría a más de un millón y medio de personas.
Trump también descartó la reconstrucción de asentamientos judíos en Gaza, argumentando que “nadie quiere estar allí” debido al peligro constante.
El líder de Hamás, Sami Abu Zuhri, rechazó las declaraciones de Trump, calificándolas de una “expulsión” que solo generaría caos en la región. Abu Zuhri afirmó que los palestinos no permitirán la implementación de estos planes.
Trump se mostró evasivo sobre el apoyo a un Estado palestino, indicando que las circunstancias han cambiado desde su anterior mandato. También dejó abierta la posibilidad de no respaldar a la Autoridad Palestina como gobernante de Gaza, lo que implicaría un distanciamiento respecto a la postura de gobiernos previos y la comunidad internacional.
Trump y Netanyahu discuten alto el fuego y futuro de Gaza
La Autoridad Palestina, que mantiene una soberanía limitada en Judea y Samaria, busca recuperar el control de Gaza tras ser expulsada por Hamás en 2007. Sin embargo, Israel ha rechazado cualquier participación de la AP en la gestión del enclave tras la guerra.
Cuando se le consultó sobre un posible acuerdo entre Israel y Hamás para avanzar en una segunda fase del alto el fuego, Trump expresó optimismo: “Seguro, ¿por qué no se llegaría a un acuerdo? Veremos qué sucede”.
El acuerdo inicial de cese al fuego, firmado el mes pasado, está en su primera fase, mientras las negociaciones para una segunda y tercera etapa apenas comienzan. La coalición de Netanyahu presiona para reanudar los combates una vez concluya esta primera etapa.
Trump reconoció las complejidades de negociar con Hamás, pero insistió en que un acuerdo es posible. Por su parte, Netanyahu afirmó que Israel intentará avanzar en las conversaciones. Expresó además su respaldo a liberar a todos los rehenes, destruir las capacidades militares de Hamás y eliminar cualquier futura amenaza desde Gaza. “Las posibilidades de éxito aumentan cuando Israel y Estados Unidos trabajan unidos”, añadió el primer ministro israelí.
Sobre la expansión de los Acuerdos de Abraham, Trump reveló que Arabia Saudita no está exigiendo la creación de un Estado palestino como condición para normalizar relaciones con Israel. Según el mandatario, Riad y otros países solo buscan “paz”.
En relación con Irán, Trump discrepó de la percepción de debilidad del régimen, afirmando que “son muy fuertes” y que Estados Unidos no permitirá que obtengan armas nucleares.
Durante una conferencia de prensa conjunta, Trump afirmó que su administración trabajaría para el desarrollo de Gaza antes de convertir la zona en un área de carácter internacional. Un funcionario estadounidense señaló que ambos líderes discutirían el avance hacia la segunda fase del alto el fuego, subrayando la cooperación entre Washington y Jerusalén.
Netanyahu también busca el compromiso público de Estados Unidos para apoyar la reanudación de la guerra si Hamás incumple los términos del acuerdo. Por su parte, funcionarios de alto rango como Mike Waltz y Marco Rubio han afirmado que Hamás no debe gobernar Gaza, lo que complica las negociaciones de la segunda fase, dado que el grupo aún mantiene control político en la región, pese a la destrucción de gran parte de su infraestructura militar.
Trump y sus aliados buscan expulsar a Hamás del poder en Gaza
Un alto funcionario de la administración Trump confirmó que tanto Israel como varios países árabes coinciden en la necesidad de remover a Hamás del poder en Gaza. Aunque algunos líderes de Hamás han sugerido estar dispuestos a ceder el control administrativo del enclave, el grupo muestra poca intención de entregar sus armas, al parecer siguiendo el ejemplo de Hezbolá en Líbano.
Trump ha resaltado la prioridad de liberar a todos los rehenes y garantizar que Hamás no retome el poder. Paralelamente, su administración pretende usar el fin de la guerra para promover una mayor normalización regional, ampliando los Acuerdos de Abraham. Sin embargo, un funcionario señaló que estos avances no se concretarán de inmediato.
Durante la reunión, funcionarios israelíes expresaron preocupación sobre una posible trampa de Hamás para incumplir los términos del acuerdo de rehenes. Israel y Estados Unidos comparten la postura de que ni Hamás ni la Autoridad Palestina deberían gobernar Gaza, lo que podría complicar las negociaciones de la segunda fase del alto el fuego.
El asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, afirmó que Washington busca el apoyo de aliados como Egipto y Jordania, a pesar del rechazo inicial de estos países a recibir a refugiados palestinos. Waltz mencionó que el rey Abdullah de Jordania visitará pronto la Casa Blanca, mientras que Trump ya ha dialogado con el presidente egipcio Abdel-Fattah el-Sissi sobre soluciones conjuntas.
Steve Witkoff, enviado estadounidense a Oriente Medio, criticó el acuerdo de alto el fuego de la administración anterior, calificando de irreal su plan de reconstrucción a cinco años para Gaza. Witkoff señaló que las condiciones actuales en el enclave son extremas, con miles de municiones sin detonar, infraestructura colapsada y un alto riesgo sanitario. Explicó que solo la limpieza de explosivos podría llevar de tres a cinco años, descartando cualquier retorno cercano de los desplazados.
Waltz elogió las acciones militares de Netanyahu, afirmando que estas han generado oportunidades para consolidar la paz. Señaló el debilitamiento del régimen de Assad en Siria, el nuevo liderazgo en Líbano y la creciente fragilidad de Irán como señales alentadoras.
Según Waltz, el próximo paso en los Acuerdos de Abraham incluiría proyectos estratégicos como infraestructura ferroviaria, fibra óptica y energía. “Si Trump logra estas metas en su mandato, será un éxito transformador que solo él podría alcanzar”, concluyó.
Familiares de rehenes israelíes piden a Trump asegurar su liberación
Decenas de israelíes, incluidos familiares de rehenes, protestaron frente a la Casa Blanca antes de la reunión entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu. La madre y la novia de Matan Zangauker, rehén capturado en octubre de 2023, lideraron la manifestación exigiendo que el primer ministro cumpla con el acuerdo para la liberación de los cautivos.
Einav Zangauker, madre del rehén, agradeció a Trump por su compromiso con la causa. “Estoy aquí como una madre profundamente preocupada que solo quiere volver a abrazar a su hijo”, declaró. Criticó a Netanyahu por priorizar intereses políticos sobre la liberación de los rehenes y denunció intentos de sabotaje por parte de extremistas dentro del gobierno israelí.
Por su parte, Ilana Gritzewsky, novia de Zangauker y exrehén liberada en noviembre de 2023, relató su experiencia en cautiverio. “Sé lo que [Matan] está atravesando ahora: el terror constante, la incertidumbre de no saber si cada día será el último”, expresó.
Gritzewsky pidió a Trump que mantenga la presión para asegurar la liberación de todos los rehenes. “Usted ya ha hecho lo imposible. Por favor, no permita que Matan muera en la oscuridad”, suplicó, mientras portaba el sombrero que Zangauker llevaba el día en que fue capturado.
Los manifestantes advirtieron que, si el acuerdo fracasa, los rehenes podrían perder la vida. Con este mensaje, buscaron subrayar la urgencia de que las negociaciones continúen sin interrupciones.