El Ejército controlará parte de la frontera sur para detener migrantes que crucen por la Reserva Roosevelt, ahora designada zona militar restringida.
El Gobierno transfiere la Reserva Roosevelt al Departamento de Defensa
El presidente Donald Trump firmó un memorando el 11 de abril de 2025 que ordena transferir la Reserva Roosevelt al control del Departamento de Defensa. Esta franja de 18,2 metros de ancho, situada a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, pasará a ser considerada como instalación militar. El corredor, que abarca desde California hasta Nuevo México y excluye tierras tribales o privadas, permitirá al Ejército detener a personas que crucen sin autorización.
Hasta ahora, el Departamento del Interior gestionaba esta zona, creada en 1907 por el presidente Theodore Roosevelt para combatir el contrabando. Con esta medida, las autoridades justifican que quienes ingresen ilegalmente estarán invadiendo una base militar. El nuevo estatus permitirá que sean arrestados por el personal militar y posteriormente entregados a agencias civiles como Aduanas y Protección Fronteriza.
El documento presidencial, titulado “Misión Militar para Sellar la Frontera Sur de los Estados Unidos y Repeler Invasiones”, encarga a los secretarios de Defensa, Interior, Agricultura y Seguridad Nacional coordinar la implementación. La primera fase de control militar iniciará en un tramo ubicado en Nuevo México, al este de Fort Huachuca, Arizona, durante los próximos 45 días.
Durante este periodo inicial, el Ejército instalará cercas y señales para advertir que se trata de una zona restringida bajo vigilancia militar. Las personas que ingresen sin autorización podrán ser arrestadas, y en el caso de los migrantes, se los entregará a las autoridades migratorias competentes.
Militares activos y Guardia Nacional ya operan en la zona fronteriza
Al presente, alrededor de 7.100 soldados en servicio activo bajo control federal y 4.600 efectivos de la Guardia Nacional bajo control estatal están desplegados en la frontera sur. No se ha determinado si esta nueva orden requerirá un aumento en el número de tropas.
Hasta ahora, las Fuerzas Armadas han colaborado únicamente con funciones auxiliares, como la construcción de barreras físicas, la vigilancia y el apoyo administrativo a agentes fronterizos. También han realizado vuelos de deportación, incluidos traslados a Guantánamo, Cuba, en algunos casos.
Datos clave sobre el uso del Ejército en la frontera sur
- La Reserva Roosevelt mide 18,2 metros de ancho y recorre la frontera desde California hasta Nuevo México.
- La transferencia excluye tierras tribales y privadas, manteniendo su estatus legal.
- Las detenciones estarán a cargo del Ejército, que entregará a los migrantes a agencias como CBP.
- El plan incluye instalar cercas, sensores y equipos de monitoreo en la franja fronteriza.
- La Guardia Nacional podrá ser desplegada bajo el Título 32, con fondos federales pero bajo mando estatal.
La decisión representa un cambio en el uso del Ejército, ya que la Reserva Roosevelt será considerada instalación militar. La intención oficial es evitar que migrantes crucen de forma ilegal al tratar la franja como base protegida por normas de seguridad militar.
Expertos legales cuestionan la legalidad de esta estrategia militar
Según la Ley Posse Comitatus de 1878, las fuerzas armadas federales no pueden ejercer funciones de aplicación de la ley dentro del país, salvo autorización explícita. Aunque existe una excepción conocida como doctrina de propósito militar, varios especialistas sostienen que esta no se aplica en este caso.
La experta Elizabeth Goitein, del Brennan Center for Justice, advirtió que el objetivo principal de esta orden es la seguridad fronteriza, lo que encuadra dentro de las funciones policiales. Para que la doctrina sea válida, el propósito militar debe ser independiente del control migratorio, algo que el propio memorando contradice.
Funcionarios del Pentágono señalaron que el plan sigue en revisión legal. No obstante, reconocieron que el objetivo del Gobierno es que las tropas detengan a migrantes que crucen esta franja designada como instalación militar, lo cual permitiría su arresto sin violar formalmente las leyes federales.
Especialistas han advertido que la creación de una instalación militar con el propósito de detener migrantes podría considerarse un intento de eludir la Ley Posse Comitatus, por lo que se anticipan impugnaciones judiciales contra esta estrategia.
Gobierno contempla ampliar presencia militar y uso de nuevas leyes
El memorando firmado por Trump también faculta al secretario de Defensa a solicitar el despliegue de unidades de la Guardia Nacional bajo el Título 32. Esta modalidad permite que operen con fondos federales, pero bajo el mando de los gobernadores, como ya ocurre en Texas con la Operación Lone Star.
Además, el documento contempla expandir las operaciones militares a otras tierras federales a lo largo de la frontera, en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional. Esta posibilidad refuerza la idea de una militarización progresiva del límite sur del país.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, definirá las reglas de uso de la fuerza para las tropas en la Reserva Roosevelt. Sin embargo, aún no se han divulgado los procedimientos específicos para las detenciones dentro de la zona militarizada.
En paralelo, el Ejército ha iniciado la preparación de un centro de detención para hasta 5.000 personas en Fort Bliss, Texas. Esta instalación operará bajo gestión militar, aunque en coordinación con agencias migratorias civiles.
Pentágono y Seguridad Nacional evaluarán invocar Ley de Insurrección
Ambos departamentos tienen plazo hasta el 20 de abril de 2025 para informar al presidente si es necesario invocar la Ley de Insurrección de 1807, que permite al mandatario desplegar tropas para hacer cumplir leyes federales en situaciones excepcionales.
El uso de esta ley para implementar políticas migratorias marcaría un precedente sin antecedentes recientes. Su aplicación se justificaría únicamente si se declara una emergencia nacional o una insurrección interna que amenace el orden federal.
Hasta el momento, la transferencia de la Reserva Roosevelt representa el paso más ambicioso del Gobierno de Trump para involucrar directamente al Ejército en la gestión fronteriza. Según informes, la medida ha sido preparada durante semanas en coordinación con distintas agencias federales.
El presupuesto específico destinado a esta operación no ha sido revelado. Tampoco se conocen los protocolos de coordinación entre el Ejército y las agencias civiles ni el tiempo máximo que podrían permanecer los migrantes bajo custodia militar. La orden se ampara en el uso de las atribuciones del Ejército para proteger instalaciones militares y restringir el acceso a personas no autorizadas.