El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó el viernes que ordenó el despliegue de dos submarinos nucleares hacia zonas no especificadas, como respuesta a las declaraciones del expresidente ruso Dmitry Medvedev. En una publicación en redes sociales, Trump calificó las afirmaciones de Medvedev como provocaciones graves. “He ordenado que se coloquen dos submarinos nucleares en las regiones apropiadas, en caso de que estas declaraciones tontas e incendiarias sean más que eso”, escribió.
Trump no precisó si los submarinos mencionados están equipados con armamento nuclear o si se trata de unidades con propulsión nuclear. Tampoco ofreció detalles sobre los puntos concretos de su despliegue, información que el Departamento de Defensa suele mantener clasificada. El mandatario añadió: “Las palabras son muy importantes y, a menudo, pueden tener consecuencias no deseadas. Espero que este no sea uno de esos casos”.
El anuncio coincidió con una etapa sensible en los vínculos entre Washington y Moscú. El impacto de la orden sobre las operaciones regulares de los submarinos estadounidenses permanece indeterminado, ya que estas unidades mantienen presencia continua en zonas estratégicas. La medida se comunicó poco después de que Trump calificara a Medvedev como un “expresidente fallido de Rusia” y lo instara a moderar su discurso, tras lo cual Medvedev respondió: “Rusia tiene razón en todo y seguirá su propio camino”.
Trump afirmó que su enviado especial, Steve Witkoff, se dirige a Rusia con el objetivo de presionar por un alto el fuego en la guerra contra Ucrania. También anunció que impondrá nuevas sanciones económicas si no se registra un avance. Acortó el plazo original de 50 días a 10, y esa ventana culminará la próxima semana.
Dmitry Medvedev, actualmente vicepresidente del Consejo de Seguridad Nacional ruso, ha incrementado su retórica desde el inicio de la guerra en 2022. En contraste con su perfil durante la presidencia entre 2008 y 2012, cuando se le consideraba un líder liberal, ahora se le asocia con discursos agresivos y con la reiteración de amenazas nucleares. Ha empleado plataformas digitales para lanzar insultos hacia líderes occidentales y defender la postura oficial del Kremlin.
En fechas recientes, Medvedev acusó a Trump de aplicar una política de ultimátums, y le recordó que Rusia conserva sistemas de disuasión nuclear heredados de la era soviética. La confrontación verbal entre ambos ha tenido antecedentes. El 15 de julio, tras los anuncios de Trump sobre el suministro de armas a Ucrania y posibles aranceles contra Moscú, Medvedev escribió: “Trump emitió un ultimátum teatral al Kremlin. El mundo se estremeció, esperando las consecuencias. La Europa beligerante se sintió decepcionada. A Rusia no le importó”.
Medvedev volvió a pronunciarse a inicios de esta semana, al referirse a la advertencia de Trump: “Trump está jugando el juego del ultimátum con Rusia: 50 días o 10”. Luego agregó: “Debería recordar 2 cosas: 1. Rusia no es Israel ni siquiera Irán. 2. Cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, sino con su propio país”.