La administración Trump apoya la legislación israelí que corta lazos con UNRWA en Jerusalén y restringe sus operaciones en Gaza y Judea y Samaria.
Estados Unidos respalda restricciones a UNRWA en Jerusalén
En un giro respecto a la administración anterior, el gobierno de Donald Trump expresó su apoyo a la decisión de Israel de cerrar las oficinas de UNRWA en Jerusalén a partir del 30 de enero. Así lo declaró la encargada de negocios interina de Estados Unidos, Dorothy Shea, durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la guerra israelí-palestino.
La administración Biden, por su parte, ha manifestado preocupación por la infiltración de Hamás en la agencia, lo que llevó a congelar la financiación estadounidense tras revelaciones sobre la participación de miembros de UNRWA en el ataque del 7 de octubre. No obstante, el gobierno de Biden se opone a la extensión de esta congelación hasta marzo, medida impulsada por el Congreso.
Funcionarios estadounidenses han argumentado que UNRWA desempeña un papel esencial en la logística de la ayuda humanitaria en Gaza, incluyendo el almacenamiento y transporte de suministros. Sin embargo, Israel ha aprobado una legislación que prohíbe a sus funcionarios cualquier contacto con la agencia, lo que, según UNRWA, podría paralizar sus operaciones en la región.
Israel busca alternativas ante la salida de UNRWA
Tras la aprobación de la legislación en la Knéset, Israel ha declarado que trabajará con organizaciones internacionales para evitar un vacío en la ayuda humanitaria. Sin embargo, funcionarios israelíes han reconocido que estos planes aún no están completamente preparados cuando la ley está a punto de entrar en vigor.
El gobierno israelí sostiene que la decisión no es política, sino una medida de seguridad necesaria. Danny Danon, embajador de Israel ante la ONU, ha reiterado que “Israel terminará toda comunicación con UNRWA” y que la agencia debe cesar sus operaciones en Jerusalén.
Claves sobre la postura de Trump y la restricción a UNRWA
- Trump apoya la prohibición de UNRWA en Jerusalén y respalda la política israelí.
- La administración Biden congeló la financiación de UNRWA, pero se opone a su eliminación.
- Israel busca reemplazar a UNRWA con otras organizaciones internacionales.
- La ONU y UNRWA advierten que la medida agravará la crisis humanitaria en Gaza.
- Shea critica a UNRWA y acusa a Hamás de aprovechar sus instalaciones para actividades terroristas.
Críticas a UNRWA y preocupaciones por la crisis humanitaria
La administración Trump ha sido más contundente que la anterior en su apoyo a Israel y en sus críticas a UNRWA. Shea afirmó que la agencia ha exagerado los efectos de la nueva legislación al sugerir que su labor humanitaria se detendrá por completo.
Por su parte, el comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini, advirtió que la prohibición “profundizará la desesperación en el territorio palestino ocupado” y socavará el alto el fuego en Gaza. También alertó que esta medida podría erosionar la confianza de los palestinos en la comunidad internacional.
Shea insistió en que “UNRWA no es la única opción para brindar asistencia en Gaza” y afirmó que otras organizaciones pueden asumir su papel sin los problemas de credibilidad que han surgido tras los vínculos de la agencia con Hamás.
Estados Unidos refuerza su compromiso con Israel
Además de respaldar la política israelí, Shea destacó que Estados Unidos está comprometido con la implementación del acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes. Expresó que la seguridad de Israel es una prioridad y que Washington seguirá presionando para que Gaza sea completamente desmilitarizada.
El presidente Trump ha asegurado a Israel que Estados Unidos apoyará la reanudación de la guerra si Hamás incumple los términos del alto el fuego. Netanyahu ha confirmado que ha recibido garantías en este sentido, mientras que su coalición de gobierno evalúa la posibilidad de retomar los combates una vez finalizada la primera fase del acuerdo.
Shea evitó cualquier crítica hacia Israel y responsabilizó exclusivamente a Hamás por las víctimas civiles en Gaza. Este posicionamiento marca una diferencia con la administración Biden, que, aunque defendió a Israel en la ONU, también cuestionó algunas de sus políticas en Judea y Samaria y Gaza.