Turquía conmemora el tercer aniversario del fallido intento de golpe de Estado del 15 de julio contra el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan con oraciones y otros actos en recuerdo de sus víctimas.
El lunes, Erdogan asistió a una oración en una mezquita en el recinto del complejo presidencial, dando inicio a una serie de eventos para conmemorar el aplastamiento del golpe.
El islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002, ha organizado este año diversas ceremonias en las 81 provincias turcas.
El 15 de julio de 2016, facciones dentro del ejército utilizaron tanques, aviones de guerra y helicópteros para tratar de derrocar al gobierno de Erdogan. Un total de 251 personas murieron y unas 2.200 resultaron heridas cuando los golpistas dispararon contra personas o bombardearon el parlamento y otros edificios gubernamentales. También murieron unos 35 presuntos golpistas.
Turquía ha culpado al clérigo musulmán Fethullah Gulen, ex aliado de Erdogan, por el intento de golpe. Gulen rechaza la acusación.
Tres años después continúan las purgas contra los supuestos partidarios de Gülen, con olas de arrestos semanales.
Tras el golpe fallido, Turquía, miembro de la OTAN, tomó distancia con los países de occidente, acusado por el gobierno de Erdogan de “falta de empatía”, y se acercó a Rusia.
La conmemoración del fallido golpe coincide con nuevas tensiones entre Turquía y sus socios occidentales, debido a la compra por parte de Ankara del sistema de defensa ruso S-400 y a las perforaciones turcas frente a las costas de Chipre a pesar de las presiones europeas.