Turquía rechazó el miércoles las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien reconoció el genocidio cometido por el Imperio Otomano contra armenios, asirios y griegos a comienzos del siglo XX. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ankara afirmó en un comunicado que las palabras del mandatario israelí representaban “un intento de explotar tragedias pasadas con motivos políticos” y señaló que eran “incompatibles con hechos históricos y legales”.
El martes, durante una entrevista en un pódcast de Patrick Bet-David, Netanyahu fue consultado sobre la falta de reconocimiento oficial de Israel al genocidio armenio. El primer ministro respondió inicialmente: “Creo que sí. Creo que la Knéset aprobó una resolución en ese sentido”. Sin embargo, ninguna legislación de ese tipo se ha promulgado. En 2018 se presentó un proyecto de ley que fue retirado por falta de respaldo del gobierno que encabezaba Netanyahu.
Israel ha evitado el reconocimiento del genocidio por temor a un impacto negativo en su relación con Turquía, sucesora del Imperio Otomano, que niega de forma categórica tales hechos. Desde 1965, cuando Uruguay lo hizo por primera vez, países como Francia, Alemania, Canadá, Rusia y Estados Unidos han reconocido el genocidio. En 2021, el presidente Joe Biden lo reconoció oficialmente, aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel solo se refirió al “terrible sufrimiento y la tragedia del pueblo armenio” sin utilizar la categoría de genocidio.
En ese mismo año, Yair Lapid, actual líder de la oposición, declaró que “continuaría luchando por el reconocimiento israelí del Genocidio Armenio”, calificándolo de “responsabilidad moral como Estado judío”. Sin embargo, el gobierno israelí no ha adoptado una posición formal al respecto. Las tensiones bilaterales se han intensificado especialmente después del ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023 y la posterior guerra en Gaza, lo que derivó en un deterioro significativo de las relaciones diplomáticas.
En mayo de 2024, Turquía suspendió todo comercio con Israel y, según reportes, la semana pasada bloqueó el ingreso de barcos turcos hacia puertos israelíes. El presidente Recep Tayyip Erdogan ha acusado de forma reiterada a Israel de cometer genocidio en su ofensiva contra Hamás y lo comparó con el régimen nazi. El miércoles, Ankara repitió esa acusación y declaró: “Netanyahu, quien está siendo juzgado por su papel en el genocidio cometido contra el pueblo palestino, está intentando encubrir los crímenes cometidos por él mismo y su gobierno”.
Netanyahu no enfrenta actualmente un juicio por genocidio. La Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra él y el exministro de Defensa, Yoav Gallant por presuntos crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra en Gaza, incluyendo el uso de la hambruna como método de combate. Israel rechazó esas acusaciones y las de genocidio en Gaza, señalando que aplica medidas para evitar víctimas civiles y responsabilizando a Hamás de operar dentro de zonas pobladas.