Ankara dijo a Estados Unidos que está listo para comprar su sistema de misiles Patriot después de la entrega del sistema ruso de misiles S-400, si Estados Unidos ofrece el mismo acuerdo favorable que Rusia, dijo el martes el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Fuera de la recién construida mezquita de Kamlitsa en Estambul, después de asistir a la oración del Eid, Erodgan dijo que “no se puede hablar de la retirada de Turquía del acuerdo con Moscú. Estamos de acuerdo, estamos decididos”.
El anuncio de que Turquía continuará con la adquisición del sistema de misiles S-400 llega en un momento de tensión y confrontación diplomática entre Estados Unidos y Turquía, y es el último en una prolongada disputa en la que Estados Unidos ha dejado de vender sus famosos aviones de combate F-35 a Turquía.
En 2017, Ankara hizo un trato de 2.500 millones de dólares con Moscú por el sistema S-400, ignorando las advertencias de EE.UU. de que la compra del sistema tendría consecuencias políticas y económicas.
Estados Unidos afirma que el sistema ruso es tecnológicamente incompatible con sus cazas F-35, y el Secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo en una audiencia del Senado sobre relaciones internacionales en abril que “es imposible volar el F-35 en el espacio, donde el S-400 puede operar significativamente”.
La preferencia por el sistema S-400 y el acuerdo con Rusia puso en duda el papel de Turquía en la OTAN, donde tiene un segundo ejército permanente más grande en la alianza. Muchos temen que la introducción del sistema ruso ponga en peligro la seguridad, la defensa y la integridad territorial de los países de la OTAN.
El 22 de mayo, Estados Unidos presentó a Turquía un ultimátum de dos semanas sobre la elección entre los dos sistemas de defensa antimisiles. Si Turquía se niega a cancelar el acuerdo por el S-400, Estados Unidos ha amenazado con cancelar la venta de aviones de combate F-35, así como el papel de Turquía como fabricante en la cadena de suministro de aviones.
El plazo para un ultimátum, que según Turquía no se presentó oficialmente, se ha fijado para finales de esta semana y ha suscitado preocupación por las posibles sanciones de los Estados Unidos contra Ankara.