La Unión Europea está preparando sanciones contra Turquía que podrían ser discutidas en la próxima cumbre del bloque el 24 de septiembre en respuesta a la disputa del Mediterráneo oriental con Grecia, informó el viernes el principal diplomático de la UE.
Las medidas, destinadas a limitar la capacidad de Turquía para explorar gas natural en aguas disputadas, podrían incluir a individuos, barcos o el uso de puertos europeos, afirmó Josep Borrell. La UE se centraría en todo lo relacionado con “actividades que consideramos ilegales”, añadió.
Habló en Berlín, donde los ministros de asuntos exteriores de la UE se reunieron para discutir el apoyo a Grecia después de que Atenas ratificara un pacto sobre sus fronteras marítimas para contrarrestar las demandas de Turquía de recursos energéticos en la región en medio de ejercicios militares griegos y turcos.
Borrell, quien presidió la reunión, mencionó que el bloque estaba listo para sancionar a los barcos turcos, bloquear su acceso a los puertos de la UE y cortar los suministros. La UE también podría imponer sanciones a la economía turca.
“Podemos ir a medidas relacionadas con actividades sectoriales donde la economía turca esté relacionada con la europea”, añadió Borrell en una conferencia de prensa, refiriéndose a posibles sanciones.
Sin embargo, Borrell y el Ministro de Asuntos Exteriores alemán Heiko Maas indicaron que la UE primero quería dar una oportunidad al diálogo para enfriar las tensiones entre Grecia y Turquía, que son aliados de la OTAN.
Turquía también es un candidato formal para unirse a la UE, aunque su candidatura también está en riesgo y podría ser retirada como un tipo de sanción, han manifestado los diplomáticos.
Dos diplomáticos de alto nivel de la UE declararon a Reuters que los ministros de Relaciones Exteriores acordaron dejar cualquier decisión en manos de los líderes de los gobiernos de la UE, que se reunirán en una cumbre de dos días a partir del 24 de septiembre.
“Nada se decidirá antes del Consejo Europeo de septiembre”, explicó un diplomático de alto nivel, aunque el enviado agregó que Turquía también podría ser recompensada con un mayor acceso al mercado de la UE, de 450 millones de consumidores, si redujera su perforación.
Grecia y Turquía están en desacuerdo sobre los derechos a los posibles recursos de hidrocarburos en la zona, basándose en reivindicaciones conflictivas sobre la extensión de sus plataformas continentales.
Las tensiones se intensificaron este mes después de que Ankara enviara el buque de prospección sísmica Oruc Reis a una zona en disputa tras el pacto entre Atenas y El Cairo.