El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, impuso ayer medidas disciplinarias al eurodiputado griego independiente Ioannis Lagos por romper una bandera turca durante una sesión parlamentaria, informó la agencia de noticias Anadolu.
La portavoz adjunta del Parlamento Europeo, Delphine Colard, dijo a la agencia de noticias que Sassoli había informado al legislador griego por escrito de la acción disciplinaria contra él después del accidente.
Colard dijo que las acciones incluyen la condena del incidente, la suspensión de sus poderes de dos a 30 días, la retirada del derecho de voto en la Asamblea General del Parlamento Europeo y la suspensión de las actividades parlamentarias por un período de tiempo.
El Ministro de Asuntos Exteriores turco Mevlut Cavusoglu ayer golpeó a Lagos sin nombrarlo diciendo en Twitter: “Estas mentes racistas saben mejor que nadie cómo nos estrellamos y echamos al mar a los que se atreven a atacar nuestra gloriosa bandera. Los niños malcriados y racistas de Europa deberían saber cuál es su lugar”.
Lagos, diputado del partido de extrema derecha Amanecer Dorado, rompió la bandera turca durante un debate parlamentario sobre el gran número de refugiados en las islas griegas.
El legislador griego acusó a Turquía de alimentar la crisis.
El primer ministro griego insiste en que Atenas quiere evitar un enfrentamiento con Ankara y hará todo lo posible para evitar una escalada. Sin embargo, se informa que el gobierno griego está decidido a reaccionar en consecuencia en caso de que Turquía decida actuar dentro de las aguas territoriales de Grecia.
El gobierno griego espera que se pueda evitar una crisis importante con Turquía si el disputado acuerdo marítimo entre Turquía y Libia es finalmente cancelado a través de las negociaciones de paz con Libia. Sin embargo, está claro que uno de los principales objetivos de la intervención de Turquía en la crisis de Libia es el establecimiento del statu quo marítimo que se describe en el memorando.
El presidente turco ha dejado claro en su último artículo de opinión que la paz no es posible en Libia a menos que se preserven los intereses de Turquía. Por lo tanto, queda por ver si el atolladero libio llevará a Turquía y a Grecia a una confrontación frontal o si finalmente desencadenará algunas negociaciones serias sobre un acuerdo final entre los dos países.