BRUSELAS – La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo antes de las conversaciones con el presidente Tayyip Erdogan que Turquía debe alejar a los refugiados y migrantes de la frontera griega.
“Encontrar una solución a esta situación requerirá aliviar la presión que se ejerce en la frontera”, dijo von der Leyen en una conferencia de prensa el lunes.
Dijo que asegurar el derecho de asilo, el apoyo tanto a Turquía como a Grecia, así como trasladar a las personas, especialmente a los menores, varados en las islas griegas a la Europa continental, también era necesario de inmediato.
Turquía se opone repetidamente a lo que describe como reparto injusto de la carga, ya que en Turquía viven unos cuatro millones de refugiados, en su mayoría sirios.
En 2016, Turquía y la Unión Europea acordaron que Bruselas proporcionaría miles de millones de euros en ayuda a cambio de que las autoridades turcas impidieran el flujo de migrantes.
Sin embargo, Ankara ha acusado repetidamente al bloque de no cumplir las promesas hechas cuando Europa sufrió la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
Más de un millón de personas huyeron al continente en 2015.
El principal ayudante de prensa de Erdogan, Fahrettin Altun, ha dicho que una de las condiciones incumplidas era que la Unión Europea acogería a los refugiados de Turquía.
Miles de migrantes están agrupados en la frontera terrestre con Grecia después de que Turquía el mes pasado dijera que ya no impediría que la gente saliera del país.
La decisión de Turquía provocó una escalada entre Ankara y Bruselas, así como una guerra de palabras entre Turquía y Grecia.
Pero el viernes Erdogan ordenó a la guardia costera turca que impidiera las arriesgadas travesías por el mar Egeo después de que más de 1.700 inmigrantes desembarcaron en Lesbos y otras cuatro islas del Egeo desde Turquía durante la semana pasada.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se reunieron con Erdogan en Ankara el miércoles.
Erdogan ha sentido una presión adicional, ya que casi un millón de personas de la provincia siria noroccidental de Idlib huyeron hacia la frontera turca durante el reciente asalto del régimen sirio respaldado por Rusia e Irán.