Una doctora china especializada en inmunología y virología ha huido de Hong Kong y está manifestando al mundo que China intentó encubrir la realidad de la COVID-19.
La Dra. Li-Meng Yan informó a Fox News en una entrevista publicada el jueves que fue una de las primeras doctoras en comenzar a estudiar el novedoso coronavirus. Añadió que comenzó a investigar la enfermedad a finales de diciembre mientras trabajaba para la Escuela de Salud Pública de Hong Kong.
Según Yan, el gobierno chino no permitiría que expertos externos, incluidos los de Hong Kong, estudiaran el virus en persona, por lo que empezó a contactar con sus contactos profesionales en la China continental para obtener más información al respecto. El 31 de diciembre, Yan señaló que un amigo le informó que los investigadores estaban notando la transmisión de persona a persona. Cuando ella informó de los hallazgos a su jefe, “él solo asintió con la cabeza”.
Pronto, sus colegas fueron menos propensos a responder a sus preguntas. Tanto los médicos como los investigadores que antes hablaban abiertamente del virus se callaron, al igual que los de Wuhan, donde se cree que se originó el virus. Mientras tanto, otros recibieron advertencias en contra de pedirles detalles.
Yan afirmó que los médicos le respondieron: “No podemos hablar de ello, pero tenemos que usar mascarillas”.
Cuando informó a su jefe de los nuevos hallazgos, Yan indicó que él respondió con una advertencia.
“No toques la línea roja”, mencionó en referencia al gobierno chino. “Nos meteremos en problemas, y estaremos desaparecidos”.
Cuando Yan se dio cuenta de que su vida corría peligro por hablar, decidió dejar el país y huir a los Estados Unidos. Según Fox News, “planeó su escape, empacando su maleta, y pasando a escondidas los censores y cámaras de video en el campus”.
Yan tuvo que dejar atrás a sus amigos y familiares. Cuando su marido se enteró de sus planes, le rogó que la acompañara. Sin embargo, él se enfadó y se negó, diciéndole: “Nos matarán a todos”.
Yan afirmó que el gobierno registró su apartamento e interrogó a sus padres, quienes le rogaron que volviera a casa. Ella no cree que sea seguro hacerlo.
“Sé cómo tratan a los denunciantes”, concluyó.