Miles de cadáveres de visones, enterrados apresuradamente en un campo de entrenamiento militar en Dinamarca por temor a la contaminación por coronavirus, han salido a la superficie, informa CBS News.
Los gases producidos por los animales en descomposición los levantaron del suelo, muy probablemente porque no fueron enterrados a la profundidad adecuada, sugirió la emisora pública danesa DR.
El sacrificio de alrededor de 12 millones de visones se hizo con extrema prisa, con el gobierno prometiendo una compensación financiera a los agricultores para hacer el trabajo lo más rápido posible. Alrededor de dos tercios de la población de visones del país habían sido gaseados antes de que el gobierno admitiera que no tenía ningún derecho legal a exigir el sacrificio, y que solo los animales que se había confirmado que eran portadores del virus, además de los que se encontraban en una cierta vecindad, deberían haber sido sacrificados en absoluto.
Además, más tarde surgieron datos científicos que mostraban que la supuesta “nueva y virulenta” cepa de coronavirus identificada en solo varias docenas de visones había muerto en septiembre y ya no estaba causando infección en los humanos.
Hasta la fecha se han identificado más de doce mil mutaciones de coronavirus, pero ninguna de ellas se ha vinculado de forma concluyente a una mayor amenaza para la vida.
Las autoridades danesas han insistido en que la “resurrección” del visón es un “problema temporal vinculado al proceso de descomposición de los animales” y han prometido que rectificarán la situación, incluido el hecho de que los visones fueron enterrados demasiado cerca de un lago, lo que suscita preocupación por la contaminación del agua.
“Para evitar posibles problemas a los animales y a los humanos, la zona será vigilada las 24 horas del día hasta que se coloque una valla”, dijeron los funcionarios.