HELSINKI, Finlandia (AFP) – Reino Unido, Alemania Y Francia discutirán el viernes sobre cómo mantener el acuerdo nuclear con Irán bajo asedio y proteger el transporte marítimo en el Golfo Pérsico.
Recientemente, las tensiones han aumentado drásticamente en la zona estratégica de transporte marítimo, donde Irán se ha apoderado de petroleros occidentales, mientras que Teherán y Washington han tenido discusiones relacionadas con el acuerdo de 2015.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se retiró unilateralmente el año pasado de un acuerdo que eximía a Irán de las sanciones a cambio de limitar su programa nuclear.
Este paso asustó a las potencias europeas que ven en el acuerdo como la mejor manera de evitar que Irán adquiera armas nucleares y enfureció a la República Islámica de Irán.
Los ministros de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Francia y Alemania, las tres partes europeas en el acuerdo, se unirán a la jefa diplomática de la Unión Europea, Federica Mogherini, para mantener conversaciones en la reunión de la UE en Helsinki.
Todos ellos han expresado repetidamente su compromiso de salvar el acuerdo, pero los esfuerzos para proteger la economía de Irán de la reintroducción de las sanciones de Estados Unidos aún no han producido resultados tangibles.
La cumbre del G7 del pasado fin de semana dio un rayo de esperanza cuando Trump expresó su voluntad de negociar con Irán, y Mogherini dijo que la UE apoyaría ese paso, siempre que se mantuviera el acuerdo actual.
Ganando ímpetu
Anticipándose a la reunión, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominique Raab, dijo que intentarán “aumentar el ritmo de las negociaciones positivas sobre Irán dentro del G7”.
Además de las conversaciones al más alto nivel con su homólogo iraní Hassan Rouhani, Trump también propuso que Francia otorgue a Irán una línea de crédito para ayudar a estabilizar su economía.
“El acuerdo nuclear es el único que impide que Irán obtenga armas nucleares, y seguiremos trabajando juntos para convencer a Irán de que aplique plenamente el acuerdo”, dijo Raab.
“También necesitamos el más amplio apoyo internacional posible para hacer frente a las amenazas a la navegación internacional en el Estrecho de Ormuz”.
Reino Unido, junto con Australia y Bahrein, se ha unido a la misión Operación Centinela de Washington para proteger el transporte marítimo comercial en las cruciales rutas comerciales de petróleo a través del Golfo, en particular en el Estrecho de Ormuz.
Otros países europeos se han mostrado receptivos a la idea, temiendo que una mayor presencia naval en la región pueda agravar aún más una situación ya de por sí febril.
Se ha planteado la idea de una misión europea de observación en el Estrecho de Ormuz, un punto estratégico en la desembocadura del Golfo, pero varios países de la Unión Europea han expresado sus reservas.
Mogherini dio el jueves una cautelosa bienvenida a la idea de las conversaciones entre Estados Unidos e Irán, pero subrayó que “lo primero y más importante es preservar lo existente”, incluido el acuerdo de 2015.
En respuesta a la retirada de los Estados Unidos del acuerdo y a la reimposición de sanciones, Teherán ha incumplido ciertos límites a su producción nuclear impuestos por el acuerdo, pero la Unión Europea insiste en que hasta ahora Irán no ha tomado ninguna medida irreversible.