El comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán rechazó el jueves la posibilidad de desarmar a la organización terrorista Hezbolá, con sede en Líbano y respaldada por Irán, o de entablar negociaciones sobre su programa de misiles balísticos.
«Hezbolá debe estar armado para luchar contra el enemigo de la nación libanesa que es Israel. Naturalmente, deberían tener las mejores armas para proteger la seguridad del Líbano. Este problema no es negociable», dijo Ali Jafari a los medios iraníes.
Jafari también desestimó las sugerencias de que Irán controlará sus pruebas de misiles, refiriéndose a los comentarios recientes de los funcionarios franceses en contra de su programa emergente.
«Irán no negociará su programa defensivo (…) no habrá conversaciones al respecto», agregó, llamando al presidente francés Emmanuel Macron «joven e inexperto».
Según Reuters, Jafari también dijo que Irán desempeñará un papel activo en la implementación del acuerdo de alto al fuego en Siria.
Israel ha expresado su preocupación por la creciente presencia militar de Teherán al otro lado de su frontera. Los aviones israelíes han llevado a cabo numerosos ataques en Siria y Líbano durante el año pasado para frustrar las transferencias de armas de Hezbolá.
También el jueves, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, instó al mundo musulmán a combatir el «tumor canceroso», Israel.
«Hoy, la cuestión de Palestina es el problema principal en el mundo musulmán, ya que ha sido un país islámico usurpado y convertido en un medio para sabotear la seguridad de varios países de la región», escribió en Twitter. «Este tumor canceroso [régimen sionista] debería ser combatido».
Ambos hablaron cuando el primer ministro libanés, Saad Hariri, regresó a Beirut e impuso su renuncia en un movimiento sorpresivo. Hariri había anunciado que renunciaría el 4 de noviembre, desde Arabia Saudita, citando temores por su vida y la creciente influencia de Hezbolá y su mecenas, Irán.
A su regreso, Hariri hizo hincapié en su apoyo al retorno a la política oficial de «desvinculación» del Líbano de «las guerras, fuera de los conflictos y las disputas regionales», una declaración dirigida a Hezbolá.