El gobierno argentino expresó su rechazo a las amenazas dirigidas contra Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tras la negativa de Irán a permitirle inspeccionar instalaciones nucleares atacadas por Israel y Estados Unidos.
Teherán calificó a Grossi, de nacionalidad argentina, como un “traidor a sus responsabilidades” por no condenar los bombardeos de este mes contra sus plantas nucleares. En respuesta, legisladores iraníes aprobaron suspender toda colaboración con el OIEA, organismo liderado por Grossi.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina manifestó su respaldo absoluto a Grossi y condenó “de forma categórica las amenazas provenientes de Irán” en su contra.
La Cancillería argentina exigió a las autoridades iraníes que garanticen la seguridad de Grossi y su equipo, e instó a que eviten cualquier acción que pueda ponerlos en peligro. El mensaje se difundió a través de la plataforma X, sin detallar la naturaleza específica de las amenazas recibidas por el funcionario.
Abbas Araghchi, ministro de Asuntos Exteriores de Irán, declaró el viernes en X que la solicitud de Grossi para visitar los sitios bombardeados carece de justificación y podría encubrir “intenciones maliciosas”.
Irán sostiene que una resolución del OIEA, aprobada el 12 de junio y que acusó al país de incumplir sus compromisos nucleares, sirvió como pretexto para la ofensiva militar de 12 días iniciada por Israel el 13 de junio.
Durante una entrevista con CBS News, transmitida el sábado, Grossi advirtió que Irán podría estar en capacidad de producir uranio enriquecido “en pocos meses”, a pesar de los daños sufridos por varias de sus instalaciones nucleares en los recientes ataques.