El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán a menudo se ha presentado como una punta tecnológica de la revolución iraní. Desarrolla aviones no tripulados y misiles de «alta tecnología» que pueden amenazar a Israel, Arabia Saudita y Estados Unidos. Ahora, está atrapado en uno de sus mayores escándalos y golpea su reputación después de derribar un avión civil de Ukrainian Airlines.
Para desviar las críticas contra el líder supremo Khamenei, el régimen iraní ha puesto al frente y al centro al jefe de la división aeroespacial de la CGRI, Amir Ali Hajizadeh, para que asuma la culpa. Press TV ha informado que él asume toda la responsabilidad por el derribo del avión. “Nunca tuvimos la intención de encubrirlo”, dijo. También “deseaba morir”, porque estaba muy triste por la tragedia. Le ha quebrantado el espíritu.
Ahora los medios de comunicación iraníes de Tasnim informan que los profesores han firmado una carta de apoyo al comandante del CGRI. Esto demuestra que hay una campaña pública que se está llevando a cabo para tratar de salvar su reputación en medio de llamamientos a que no solo él debería dimitir, sino también otros miembros de la dirección.
El líder del CGRI, Hossein Salami, también ha expresado su pesar por el derribo del avión. Esto demuestra que todo el CGRI se ha visto empañado por este fracaso. Salami se dirigió a una sección del parlamento a puerta cerrada para expresar su pesar, según Fars News. Intentó enfatizar que a pesar de los logros del CGRI en el lanzamiento de misiles balísticos también habían fallado y derribado el avión.
Todo el episodio muestra que el CGRI esperaba mostrar sus capacidades el 8 de enero y en cambio terminó mostrando que tiene grandes agujeros en sus redes tecnológicas. Esto ilustra cómo el CGRI ha buscado monopolizar la política exterior e interna de Irán, engullendo enormes recursos para financiar su fuerza ofensiva en cohetes y aviones no tripulados y otras tecnologías. Sin embargo, también ha tratado de engullir recursos para la defensa nacional, pero se ha demostrado que no los tiene. Esto está muy lejos de lo que ocurrió en junio de 2019, cuando derribó un avión no tripulado y naves minadas de los Estados Unidos. Ahora debe enfrentarse a las críticas. El CGRI trató de aprovechar el legado de Qasem Soleimani y también su papel en lugares como Irak, Siria, Yemen y Líbano. Pero su espada se ha doblado debido a la matanza de 176 pasajeros. No solo se siente avergonzado en el extranjero, sino especialmente en su país.