Un enfrentamiento inusual entre naciones se produjo el viernes, cuando el primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, expresó su desacuerdo con las declaraciones del presidente del Parlamento de Irán.
Este último había afirmado que Teherán estaba dispuesto a dialogar con Francia sobre la aplicación de una resolución de la ONU que concierne al sur del Líbano, donde las fuerzas terrestres israelíes se enfrentan a Hezbolá.
Mikati manifestó su sorpresa ante la posición iraní, calificada como “una interferencia flagrante en los asuntos libaneses y un intento de imponer una tutela rechazada sobre el Líbano”, según un comunicado emitido por su gobierno.
Los comentarios de Mohammad Ghalibaf, presidente del Parlamento iraní, fueron publicados en una entrevista en el diario francés Le Figaro el jueves pasado. Durante esta conversación, Ghalibaf afirmó que Irán podría involucrarse en las negociaciones relacionadas con la implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en 2006 para finalizar la Segunda Guerra del Líbano entre Israel y Hezbolá. Esta resolución establece que el grupo terrorista Hezbolá no debería mantener presencia a menos de 30 kilómetros (18,6 millas) de la frontera con Israel, una disposición que hasta ahora no ha sido cumplida.
En su intervención, Ghalibaf también urgió a un alto el fuego en la región lo más pronto posible.
Asimismo, el presidente francés Emmanuel Macron, cuyo país ejerce influencia en el Líbano debido a su pasado como potencia colonial, hizo un llamado a un cese de hostilidades en el Líbano y pidió a Israel que suspenda todas sus operaciones en el país.
Consejo de Seguridad de la ONU y el fracaso en la resolución 1701
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 1701, autorizó la creación de una misión de mantenimiento de la paz de la ONU, conocida como FPNUL, con el objetivo de “ayudar” a las fuerzas libanesas a garantizar que el sur del Líbano permanezca “libre de todo personal armado, activos y armas que no sean los del gobierno del Líbano”.
A pesar de esta autorización, la resolución no consiguió mantener alejado a Hezbolá del sur del Líbano. El grupo terrorista, respaldado por Irán, continuó armándose y fortificándose a lo largo de la frontera con Israel.
Desde el 8 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó su ataque transfronterizo contra Israel, que desató la actual guerra en Gaza, las fuerzas dirigidas por Hezbolá han llevado a cabo ataques casi diarios contra comunidades israelíes y puestos militares a lo largo de la frontera. Israel sostiene que miles de fuerzas de Hezbolá estaban preparadas para invadir su territorio poco después, aunque sus planes fueron frustrados por los ataques israelíes.
Tras el ataque de Hamás, alrededor de 60,000 residentes fueron evacuados de las ciudades del norte cercanas a la frontera con Líbano. Esta evacuación se realizó en medio de temores de que Hezbolá pudiera llevar a cabo un ataque similar, así como por el incremento en el lanzamiento de cohetes por parte del grupo terrorista. Israel ha asegurado que se esforzará por devolver a esos residentes a sus hogares de manera segura.
En septiembre, Israel intensificó su ofensiva contra Hezbolá, lo que se saldó con la devastación de los principales líderes del grupo y la muerte de su ex jefe, Hassan Nasrallah.
El 1 de octubre, las fuerzas israelíes llevaron a cabo una operación terrestre en el sur del Líbano con el fin de retroceder al grupo terrorista, destruir su infraestructura y prevenir la posibilidad de una invasión desde el norte de Israel.
Hezbolá inicia nueva fase de ataques contra Israel con misiles guiados
El jueves, Hezbolá anunció el inicio de una nueva fase en su confrontación con Israel, afirmando que estaba utilizando misiles guiados de precisión para llevar a cabo ataques contra las tropas israelíes.
Este comunicado se produjo poco después de que se confirmara el asesinato del líder de Hamás, Yahya Sinwar, a manos de soldados israelíes en Gaza; sin embargo, la organización terrorista no hizo mención de la muerte de Sinwar en su declaración.
Con anterioridad, el legislador de Hezbolá en el parlamento libanés, Hassan Fadlallah, indicó que el objetivo del comando militar de la organización es continuar la lucha “con todos los medios disponibles” para impedir que Israel alcance sus metas y lograr un eventual acuerdo de alto el fuego.
“Nuestro objetivo hoy es poner fin a la agresión. No vamos a detallar el mecanismo o las soluciones”, declaró a los periodistas cuando se le consultó si Hezbolá mantiene su postura de que solo cesará las hostilidades una vez que finalice la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
En el transcurso del año anterior, los ataques al norte de Israel han causado la muerte de 28 civiles, mientras que 43 soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han perdido la vida durante ataques y operaciones terrestres posteriores en el Líbano.
El gobierno libanés ha reportado que los ataques israelíes han causado más de 2,400 muertes en el Líbano en el último año, la mayoría de ellas ocurridas en las últimas semanas. Las Fuerzas de Defensa de Israel han indicado que esta cifra incluye al menos 960 miembros de Hezbolá.