Las gasolineras de todo Irán sufrieron el martes una interrupción generalizada de un sistema gubernamental que regula las subvenciones a los combustibles, deteniendo las ventas en un incidente que una agencia de noticias semioficial calificó de ciberataque.
Una cuenta de la televisión estatal iraní compartió en Internet imágenes de largas colas de coches esperando para repostar en Teherán. Un periodista de Associated Press también vio colas de coches en una gasolinera de Teherán, con los surtidores apagados y la estación cerrada.
La televisión estatal no explicó cuál era el problema, pero dijo que funcionarios del Ministerio de Petróleo estaban celebrando una “reunión de emergencia” para resolver el problema técnico.
La agencia de noticias semioficial ISNA, que calificó el incidente de ciberataque, dijo que vio que quienes intentaban comprar combustible con una tarjeta emitida por el gobierno a través de las máquinas recibían en cambio un mensaje que decía “ciberataque 64411”. La mayoría de los iraníes dependen de esos subsidios para repostar sus vehículos, especialmente en medio de los problemas económicos del país.
Aunque la ISNA no reconoció la importancia del número, éste está asociado a una línea telefónica directa gestionada por la oficina del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, que se encarga de las preguntas sobre la ley islámica. La ISNA retiró posteriormente sus informaciones.
Ningún grupo reivindicó inmediatamente la autoría de la interrupción. Sin embargo, el uso del número “64411” es un reflejo de un ataque que tuvo lugar en julio contra el sistema ferroviario iraní, en el que también se mostró el número. La empresa israelí de ciberseguridad Check Point atribuyó posteriormente el ataque al tren a un grupo de hackers que se autodenominó Indra, en honor al dios hindú de la guerra.
Indra ya había atacado a empresas de Siria, donde el dictador Bashar Assad se ha mantenido en el poder gracias a la intervención de Irán en la cruenta guerra de su país.
Irán se ha enfrentado a una serie de ciberataques, entre ellos uno que filtró en agosto un vídeo de los abusos cometidos en su conocida prisión de Evin.
El país desconectó de Internet gran parte de su infraestructura gubernamental después de que el virus informático Stuxnet -que se cree que es una creación conjunta de Estados Unidos e Israel- interrumpiera miles de centrifugadoras iraníes en las instalaciones nucleares del país a finales de la década de 2000.