Jeffrey Chance Nader es acusado de liderar un plan para enviar componentes de aeronaves militares a Irán, eludiendo sanciones de Estados Unidos.
Estados Unidos acusa a Nader por contrabando de tecnología militar
Las autoridades estadounidenses han acusado a Jeffrey Chance Nader, ciudadano con doble nacionalidad estadounidense-iraní, de encabezar un plan para contrabandear piezas de aeronaves militares a Irán. La acusación, presentada el 14 de agosto de 2024, destaca los esfuerzos del Departamento de Justicia para frenar el tráfico ilegal de tecnología que viola las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Nader, un hombre de 66 años de California, está acusado de intentar exportar casi tres docenas de componentes utilizados en aeronaves militares, como el caza F-4, desde Estados Unidos a Irán. Este caso subraya la continua dificultad de controlar las exportaciones en un mercado globalizado, donde la tecnología sensible puede terminar en manos de regímenes adversarios.
Matthew G. Olsen, fiscal general adjunto, destacó que esta acusación refleja la determinación del Departamento de Justicia de impedir que el régimen iraní acceda a tecnología militar estadounidense. Olsen afirmó: “Nuestro compromiso es claro: desmantelaremos cualquier red que busque proporcionar tecnología sensible a gobiernos hostiles”.
Nuevas sanciones y esfuerzos para frenar el tráfico de tecnología a Irán
Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones adicionales a entidades vinculadas con la red de drones de Irán, buscando interrumpir la producción y el uso de estos vehículos aéreos no tripulados por parte de Rusia y sus aliados regionales.
La acusación contra Nader revela un sofisticado complot en el que se utilizaron redes comerciales tanto en Estados Unidos como en Irán para adquirir y exportar piezas de aeronaves bajo falsos pretextos. Nader supuestamente se presentó como el usuario final de estos componentes, engañando a los proveedores estadounidenses e intentando desviar los artículos a Irán a través de los Emiratos Árabes Unidos.
Un agente especial del Departamento de Comercio, quien estaba alerta, impidió que los componentes sensibles fueran exportados, demostrando el papel clave de los organismos de aplicación de la ley y reguladores en la protección de la seguridad nacional.
Estados Unidos responde a la escalada de tensiones geopolíticas
El fiscal federal Matthew M. Graves destacó la importancia del caso en el contexto de las tensiones geopolíticas actuales y la necesidad de impedir que entidades hostiles adquieran tecnología militar. Graves afirmó: “Las medidas adoptadas hoy forman parte de nuestra estrategia más amplia para interrumpir el flujo de mercancías hacia Irán y sus aliados”.
En paralelo, se informa que Irán podría estar preparando un ataque a gran escala y desde múltiples frentes contra Israel, en represalia por el reciente ataque israelí que se saldó con la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniyeh. Este ataque iraní podría incluir la participación de Hezbolá, los hutíes yemeníes y milicias iraquíes. Mientras tanto, Estados Unidos aprobó recientemente más de 20.000 millones de dólares en ventas militares a Israel, incluidos aviones de combate y misiles.
La investigación sobre las actividades de Nader fue liderada por la Oficina de Campo del FBI en Washington y la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio, con apoyo significativo de la Oficina de Campo del FBI en Los Ángeles. La acusación es gestionada por un equipo especializado de la Fiscalía de los Estados Unidos y la Sección de Contrainteligencia y Control de Exportaciones de la División de Seguridad Nacional.