Irán enfrenta cortes de energía masivos, crisis económica y conflictos regionales, mientras intenta gestionar las sanciones y las tensiones con Israel.
Apagones y problemas energéticos golpean a Irán
Una grave crisis energética ha forzado el cierre de escuelas e instituciones gubernamentales en Irán, evidenciando la incapacidad del país para lidiar con la situación actual. El problema, que comenzó con apagones durante el verano, se ha intensificado debido a las condiciones invernales extremas, como frío, nieve y contaminación.
Además de estos factores climáticos, ataques a importantes gasoductos en febrero, presuntamente atribuidos a Israel, han complicado aún más el panorama. Estas explosiones afectaron el suministro de gas en cinco provincias y dejaron a millones de personas sin acceso a energía.
El gobierno iraní intentó paliar los efectos de estos daños utilizando reservas de gas de emergencia, una medida que resultó ser solo temporal. Aunque se evitaron mayores interrupciones, el país quedó con reservas de energía agotadas, lo que pone en evidencia las dificultades de Irán para reponerlas.
Según el New York Times, las causas principales de esta crisis son mala gestión, corrupción y políticas de precios bajos que fomentan un consumo excesivo. A esto se suma la imposibilidad de modernizar el sector energético debido a las sanciones impuestas por Occidente.
Aspectos clave sobre la crisis energética en Irán
- Los ataques a gasoductos interrumpieron el suministro en cinco provincias.
- Reservas de gas de emergencia usadas dejaron al país sin margen de maniobra.
- La falta de inversión por sanciones impide modernizar el sector energético.
- El frío y la contaminación agravan los cortes de energía en invierno.
Sanciones y el impacto en el desarrollo de Irán
Las sanciones económicas han limitado la capacidad de Irán para atraer inversionistas extranjeros y renovar su infraestructura energética. A pesar de poseer vastas reservas de petróleo y gas natural, el país lucha por recuperar su autosuficiencia en energía.
Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos, aunque continúa enriqueciendo uranio a niveles que exceden los requerimientos civiles. Este tema ha sido uno de los principales puntos de conflicto con las potencias mundiales y ha llevado al endurecimiento de las sanciones internacionales.
En 2015, durante el acuerdo nuclear con las potencias globales, el rial iraní se cotizaba a 32.000 por dólar. Sin embargo, tras la retirada de Estados Unidos del pacto en 2018 bajo la administración de Trump, la moneda ha sufrido una devaluación extrema.
El 30 de julio, el día en que el actual presidente iraní asumió el cargo, el tipo de cambio ya había escalado a 584.000 riales por dólar. En la última semana, alcanzó un nivel histórico de 777.000 riales por dólar, reflejando el impacto de las sanciones y las tensiones políticas.
Tensiones regionales y conflictos con Israel
Los problemas internos de Irán están acompañados por una creciente presión en el escenario internacional. Sus grupos aliados en la región, como Hezbolá en Líbano, enfrentan dificultades debido a las operaciones militares israelíes, que han debilitado su posición estratégica.
Desde octubre de 2023, Hezbolá ha lanzado ataques diarios contra Israel en apoyo de Hamás, con quienes Irán mantiene estrechos vínculos. Sin embargo, estas acciones han desencadenado respuestas militares intensas por parte de Israel, incluyendo la muerte del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah.
Además, la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria ha golpeado duramente la capacidad de Irán de mantener su red de aliados en Medio Oriente. La pérdida de rutas estratégicas para el transporte de armas a Líbano ha limitado significativamente la influencia iraní en la región.
El líder supremo iraní, Ali Jamenei, acusó a Israel y a Estados Unidos de estar detrás de la situación en Siria y reafirmó que el llamado “Eje de la Resistencia” continuará fortaleciéndose a pesar de los reveses recientes.
Impacto económico y social en la población iraní
Los cortes de energía no solo afectan los servicios básicos, sino también a la industria manufacturera del país. Un ingeniero de una fábrica de electrodomésticos indicó al New York Times que los costos de producción han aumentado significativamente debido a los apagones, lo que podría llevar a despidos masivos en el sector.
La devaluación del rial también ha agravado la situación económica de los ciudadanos, mientras el gobierno lucha por contener el impacto de las sanciones y mantener la estabilidad interna.
A medida que las tensiones internacionales y los problemas internos se acumulan, Irán enfrenta un panorama incierto, con desafíos energéticos, económicos y políticos que complican aún más su situación.