Irán y EE. UU. planean retomar negociaciones nucleares en Mascate el 11 de mayo, tras aplazamiento por razones logísticas.
Conversaciones nucleares en Omán programadas para el fin de semana
Una cuarta ronda de negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos está programada para realizarse en Mascate, capital de Omán, durante el fin de semana del 11 de mayo de 2025, según informó la agencia iraní Nournews, citando a una fuente oficial. Las discusiones, mediadas por el ministro de Relaciones Exteriores omaní, Badr bin Hamad al-Busaidi, se llevarán a cabo durante dos días, probablemente el sábado 11 y domingo 12 o el domingo 12 y lunes 13. Inicialmente, esta ronda estaba prevista para el 3 de mayo en Roma, pero fue pospuesta por “razones logísticas”, según anunció al-Busaidi en la plataforma X el 1 de mayo.
El enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, confirmó a Axios que Washington busca concretar esta nueva ronda el fin de semana, mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, a través de su portavoz Esmail Baghaei, reiteró el compromiso de Teherán con la diplomacia para resolver la disputa nuclear. Las tres rondas previas, realizadas el 12 y 26 de abril en Mascate y el 19 de abril en Roma, fueron descritas como “constructivas” por ambas partes, aunque persisten diferencias significativas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, quien en 2018 retiró a Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), ha resaltado su objetivo de impedir que Irán desarrolle armas nucleares. En un mensaje transmitido a través de los Emiratos Árabes Unidos el pasado marzo, Trump instó al líder supremo iraní, Ali Jamenei, a negociar un nuevo acuerdo. Sin embargo, Trump ha advertido repetidamente que, de no alcanzarse un pacto, podría recurrir a acciones militares contra las instalaciones nucleares iraníes.
Por su parte, Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles, destinados a la generación de energía. El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, quien lidera la delegación en las negociaciones, afirmó que las conversaciones se centran únicamente en el programa nuclear y el alivio de sanciones, excluyendo temas como el programa de misiles o las capacidades defensivas de Teherán. Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Irán posee 274.8 kg de uranio enriquecido al 60%, un nivel cercano al necesario para un arma nuclear, aunque aún por debajo del 90% requerido.
Datos clave sobre las negociaciones nucleares en Omán
- Mediador: Badr bin Hamad al-Busaidi, ministro de Relaciones Exteriores de Omán, facilita las conversaciones indirectas entre las delegaciones.
- Participantes: Steve Witkoff lidera la delegación estadounidense; Abbas Araghchi, acompañado por Majid Takht-Ravanchi, Kazem Gharibabadi y Esmail Baghaei, encabeza la iraní.
- Antecedentes: Tres rondas previas (12 y 26 de abril en Mascate, 19 de abril en Roma) han avanzado en establecer un marco para un posible acuerdo.
- Posiciones: EE. UU. busca la eliminación del enriquecimiento de uranio; Irán defiende su derecho a enriquecer hasta un 3.67% para fines civiles, como estipulaba el JCPOA.
- Contexto regional: Las negociaciones ocurren en medio de tensiones por conflictos en Gaza y Líbano, y ataques de proxies iraníes en la región.
Perspectivas de Israel y avances en las negociaciones
Medios hebreos, como The Times of Israel, han destacado la preocupación de Israel ante las negociaciones, subrayando la postura del primer ministro Benjamin Netanyahu, quien aboga por el desmantelamiento total del programa nuclear iraní, similar al modelo de Libia en 2003. Durante una reunión con Trump en abril, Netanyahu expresó que ambos líderes coincidieron en que Irán “no debe tener armas nucleares”. Sin embargo, informes de Ynet, un medio israelí, indican que Netanyahu fue informado de las conversaciones apenas horas antes de su anuncio público, sin recibir garantías de que las demandas de Israel serían incluidas.
El diario hebreo Israel Hayom señaló que funcionarios israelíes están monitoreando de cerca las negociaciones, preocupados por la posibilidad de que un acuerdo permita a Irán mantener capacidades de enriquecimiento, lo que consideran una amenaza existencial. En tanto, Araghchi ha resaltado que el enriquecimiento de uranio es “no negociable” para Irán, mientras que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha insistido en que cualquier acuerdo debe prohibir todo enriquecimiento de uranio por parte de Teherán.
Las rondas previas han avanzado en la definición de un marco para un posible acuerdo, con discusiones técnicas sobre el alivio de sanciones y las garantías nucleares. La segunda ronda en Roma incluyó reuniones de expertos para abordar detalles como los niveles de enriquecimiento de uranio y los mecanismos de inspección de la OIEA. La tercera ronda, celebrada el 26 de abril en Mascate, duró cerca de seis horas y fue descrita por Araghchi como “más seria” que las anteriores, aunque admitió que persisten “diferencias tanto en los temas principales como en los detalles”.
Un informe de Reuters citó a un funcionario iraní anónimo que describió las negociaciones a nivel de expertos como “difíciles, complicadas y serias”. A pesar de los avances, Araghchi expresó “extrema cautela” sobre las posibilidades de éxito, mientras que Trump, en una entrevista con Time, afirmó que cree que “lograremos un acuerdo con Irán”, aunque reiteró la amenaza de acciones militares si las conversaciones fracasan.
Contexto regional y desafíos pendientes
Las negociaciones se desarrollan en un contexto de alta tensión en Oriente Medio, con conflictos activos en Gaza y Líbano, y ataques de grupos respaldados por Irán, como los Huthis en el mar Rojo. Un reporte de The Jerusalem Post destacó que Israel teme que un acuerdo nuclear podría fortalecer económicamente a Irán, permitiéndole financiar aún más a sus aliados regionales, como Hezbolá. Por ello, funcionarios israelíes han instado a Washington a mantener una postura firme en las negociaciones.
El ministro de Relaciones Exteriores omaní, al-Busaidi, ha subrayado que las conversaciones buscan “un acuerdo justo y vinculante” basado en el respeto mutuo. En un mensaje en X tras la tercera ronda, afirmó que ambas partes comparten la “aspiración de alcanzar un acuerdo duradero”. Sin embargo, un alto funcionario estadounidense, citado por The New York Times, aclaró que Washington no había confirmado su participación en la ronda originalmente planeada para Roma, lo que refleja cierta incertidumbre en la coordinación.
La delegación iraní, que incluye a Majid Takht-Ravanchi, Kazem Gharibabadi y Esmail Baghaei, ha regresado a Teherán para consultas antes de la próxima ronda. Mientras tanto, Witkoff, quien carece de experiencia técnica en desarme nuclear, pero cuenta con la confianza de Trump, ha mantenido reuniones paralelas, incluyendo una con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú el 25 de abril, antes de la tercera ronda.
Las negociaciones enfrentan desafíos técnicos y políticos. Irán exige el levantamiento de sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, mientras que Washington insiste en garantías verificables de que el programa nuclear iraní no tiene fines militares. La OIEA ha solicitado mayor acceso a las instalaciones iraníes, y su director general planea visitar Teherán para discutir mejoras en los protocolos de inspección.