Irán arresta a 705 personas y despliega militares en zonas kurdas tras ataques aéreos israelíes, con un enfoque en seguridad interna.
Irán refuerza seguridad interna tras cese al fuego con Israel
Las autoridades iraníes iniciaron una amplia campaña de seguridad interna con arrestos masivos, ejecuciones y despliegues militares en todo el país, particularmente en la región kurda, tras los ataques aéreos israelíes que comenzaron el 13 de junio de 2025. Según funcionarios y activistas, las fuerzas de seguridad intensificaron su presencia en las calles mediante puestos de control y operativos focalizados, especialmente en áreas consideradas sensibles por el gobierno de Teherán. Un alto funcionario de seguridad iraní afirmó que la Guardia Revolucionaria y las unidades paramilitares Basij fueron puestas en alerta máxima, y su prioridad fue impedir disturbios internos.
Los ataques israelíes, dirigidos contra instalaciones de la Guardia Revolucionaria, fuerzas de seguridad interna y sitios nucleares, generaron expectativas en algunos sectores de Israel y grupos de oposición en el exilio, como la Organización de Muyahidines del Pueblo, de que podrían provocar un levantamiento popular contra la República Islámica. Sin embargo, a pesar del descontento expresado por algunos ciudadanos iraníes con las políticas del gobierno, no se registraron protestas significativas hasta el 24 de junio, cuando miles celebraron un alto el fuego en la plaza Enghlab de Teherán, según imágenes de la agencia AFP.
El grupo de derechos humanos HRNA reportó que, desde el inicio de la guerra, las autoridades detuvieron a 705 personas por cargos políticos o de seguridad, muchos acusados de espiar para Israel. Los medios estatales iraníes informaron que tres personas fueron ejecutadas el 24 de junio en Urmia, cerca de la frontera con Turquía. El grupo kurdo-iraní Hengaw confirmó que las víctimas eran kurdas, lo que incrementó las tensiones en la región. Un activista de derechos humanos en Teherán, encarcelado durante las protestas de 2022, señaló que las autoridades usan la situación como pretexto para reprimir cualquier disidencia.
Las minorías kurdas y baluchis, en su mayoría suníes, han representado históricamente una fuente de oposición al gobierno chií de Teherán. Las provincias kurdas, en particular, pasaron a ser un foco de atención para las autoridades, que ordenaron el despliegue de tropas en las fronteras con Pakistán, Irak y Azerbaiyán para impedir la infiltración de lo que un funcionario describió como terroristas. Además, se reportaron movimientos militares en Kermanshah y Sanandaj, donde la Guardia Revolucionaria evacuó zonas industriales y ordenó el cierre de carreteras principales con el fin de facilitar el transporte de refuerzos.
Claves de la ofensiva de seguridad en Irán
- 705 arrestos: HRNA documentó detenciones por cargos políticos o de seguridad desde el 13 de junio.
- Ejecuciones en Urmia: Tres kurdos fueron ejecutados el 24 de junio, según medios estatales y Hengaw.
- Despliegue militar: Tropas en fronteras con Pakistán, Irak y Azerbaiyán para impedir infiltraciones.
- Puestos de control: Registros físicos y de dispositivos en zonas kurdas, según PJAK y Komala.
- Alerta máxima: Guardia Revolucionaria y Basij dan prioridad a la seguridad interna tras ataques israelíes.
Operativos focalizados en la región kurda
En las provincias kurdas, las operaciones de seguridad se intensificaron mediante registros casa por casa y presencia de la Guardia Revolucionaria en escuelas, según Ribaz Khalili, del Partido Democrático del Kurdistán Iraní (KDPI). Khalili reportó que estas medidas comenzaron tres días después de los ataques israelíes, con el objetivo de confiscar armas y detener a sospechosos. Un cuadro del Partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK), identificado como Fatma Ahmed, afirmó que más de 500 miembros de la oposición fueron arrestados en la región desde el 13 de junio.
Por su parte, un representante del partido kurdo Komala describió la instalación de puestos de control en áreas kurdas, donde las autoridades realizan registros físicos, inspeccionan teléfonos y verifican documentos. Estas medidas, según activistas, buscan neutralizar cualquier actividad de las tres principales facciones separatistas kurdas con base en el Kurdistán iraquí: el KDPI, el PJAK y Komala. Los activistas dentro de Irán, conscientes del riesgo, asumieron un perfil bajo para evitar ser blanco de las autoridades.
Un alto funcionario iraní expresó preocupación por la posible presencia de agentes israelíes, separatistas étnicos y miembros de la Organización de Muyahidines del Pueblo, lo que motivó el refuerzo de las medidas de seguridad. Otro funcionario confirmó que las detenciones masivas, que incluyen a cientos de personas, forman parte de una estrategia para impedir disturbios internos, especialmente en regiones con antecedentes de oposición al gobierno central.