Han aparecido pruebas convincentes que ahora sugieren que el derribo del vuelo ucraniano 752 por parte del Cuerpo de Guardias Revolucionarias de Irán (CGRI) en enero de 2020 no fue en absoluto un error, sino un acto intencionado premeditado, informó el King Weekly Sentinel.
Desde el primer día del accidente, Andre Milne, de Unicorn Aerospace, ha estado investigando y sus pruebas están siendo utilizadas por el fiscal antiterrorista ucraniano para determinar si hay motivos para llevar a Irán ante el Tribunal Mundial de Crímenes contra la Humanidad por derribar el PS752.
Milne lo califica de ataque SAM “premeditado” contra el vuelo civil PS752 tras su despegue en las afueras de Teherán.
¿El motivo? Subvertir un inevitable contraataque militar de EE.UU. contra Irán mediante la creación de un “escudo humano” espontáneo formado por docenas de funcionarios de gobiernos extranjeros que empezaron a volar hacia Irán cinco horas después del ataque inicial con misiles balísticos de corto alcance (SRBM) de la CGRI contra las fuerzas estadounidenses y canadienses en Irak.
Tras leer el informe final de la Junta de Investigación de Accidentes Aéreos de Irán, Milne descubrió pruebas de que el CGRI desplegó tecnología de interferencia de guerra electrónica en coordinación con la unidad de defensa aérea TOR M1 que disparó los dos misiles que destruyeron el PS752.
“El CGRI bloqueó simultáneamente las frecuencias de emisión de los transmisores de navegación GPS por satélite y del localizador de emergencia del PS752 y siguió interfiriendo hasta que el CGRI pudo llegar al lugar del accidente y desactivar físicamente el ELT que empezó a emitir señales a la Red Mundial de Satélites de Emergencia en el momento en que el primer misil impactó en el PS752”, declaró Milne.
Milne ha presentado su última conclusión directamente al Ministro de Justicia ucraniano citando las transcripciones de las grabaciones de voz de la cabina de los dos pilotos del PS752 que se alarmaron por la pérdida de la navegación GPS inmediatamente “antes” de ser alcanzados por el primer misil del CGRI.
“Dado que el CGRI tiene años de experiencia en la coordinación de la tecnología de guerra electrónica al interferir el GPS de los buques en el Golfo como parte de sus operaciones organizadas de piratería, es preocupante, aunque no sorprendente, que el CGRI utilizara interferidores de GPS y de satélites contra el PS752 durante su planificación de coordinación para atacarlo”, señaló Milne.
Dijo que cuatro vuelos distintos que salieron del mismo aeropuerto entraron en el perímetro de detección de radar de 25 kilómetros de la batería de misiles. Todos los aviones civiles transmiten señales de transpondedor para identificarse y Milne señaló que durante ese tiempo se transmitieron, detectaron e identificaron no menos de 168 señales.
El vuelo PS752 entró en este mismo perímetro y emitió al menos 18 señales, y “todas habrían sido detectadas e identificadas como procedentes de un avión de pasajeros civil” por la ADU TOR M1 iraní.
Además, dijo que los iraníes observaron que se identificó una “señal de radar de detección fantasma” que se dirigía desde el suroeste hacia la ADU TOR M1 del CGRI y que fue considerada como una amenaza.
Simultáneamente, el CGRI afirmó que el PS752 real que Milne identifica como fantasma 2 no fue detectado ni rastreado como acercándose a la ADU TOR M1, y sin embargo el vuelo real fue apuntado e impactado con dos misiles. Todo esto tuvo lugar mientras el mismo TOR M1 ADU estaba supuestamente tratando de rastrear y apuntar a la primera amenaza fantasma a 23 kilómetros de distancia en una dirección totalmente diferente.
En sus conclusiones, Milne señaló que el sistema de misiles TOR M1 tiene dos sistemas de radar separados, uno para la detección y otro para apuntar.