El martes, una gran campaña en los medios de comunicación social se centró en las ejecuciones de Irán y parecía motivar a que Irán restringiera el acceso a Internet. La campaña mencionó que tres manifestantes que fueron detenidos durante las protestas del año pasado corren el riesgo de ser ejecutados.
La campaña afirmó que Saeid Tamjidi, Mohammad Rajabi y Amirhossein Maradi fueron detenidos en el 2019 y torturados para que confesaran mientras estaban bajo custodia. Los usuarios de los medios de comunicación social que utilizan el hashtag “detener la ejecución de los manifestantes iraníes” en inglés y en farsi escribieron que los tres habían sido condenados a muerte en junio. Varios relatos de protesta en nombre de los hombres manifestaron que habían sido acusados falsamente de varios delitos, incluido el incendio provocado, y que el régimen iraní los había acusado de estar afiliados a un grupo llamado Mujahedin-e Khalq.
A menudo se acusa a Irán de realizar confesiones grabadas a la fuerza que se difunden en los medios de comunicación estatales. También se ha alegado que ha ejecutado a homosexuales y a numerosos disidentes políticos, incluso contra grupos minoritarios como los kurdos. En el pasado, Irán ha utilizado los cierres de Internet para detener protestas como ésta. El año pasado trató de cerrar el uso de Internet durante las protestas masivas a nivel nacional. El régimen asesinó a más de 1 500 personas, según informes y activistas de derechos humanos.