Dos ciudadanos con doble nacionalidad estadounidense e iraní figuran entre los detenidos de la comunidad judía en Irán, en el marco de una serie de arrestos efectuados después del cese de enfrentamientos con Israel. La medida, reportada por medios hebreos, se enmarca en una represión más amplia dirigida a presuntos contactos con Israel. Las detenciones comenzaron tras el fin de una guerra de doce días entre ambos países.
Ambos hombres, residentes en Estados Unidos, se encontraban en Irán por visitas familiares al comenzar la guerra. Uno de ellos vive en Los Ángeles y obtuvo la libertad bajo fianza recientemente. El otro, residente de Nueva York durante más de tres décadas, permanece detenido. Una fuente cercana a los esfuerzos por su liberación declaró que “estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado”.
Al concluir la guerra, aproximadamente 35 miembros de la comunidad judía fueron arrestados bajo sospecha de mantener vínculos con Israel. Desde entonces, 30 de ellos han sido liberados. Según el medio Ynet, tres personas siguen detenidas por haber publicado contenidos críticos contra el régimen o por interactuar con publicaciones similares en redes sociales.
Homayoun Sameyah Najaf Abadi, único representante judío en el parlamento iraní, informó que mantuvo una reunión con el jefe judicial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, entidad encargada de los casos. Durante el encuentro se alcanzó un acuerdo para liberar a la mayoría de los detenidos. Najaf Abadi aseguró que se desestimaron todos los cargos por espionaje. No se especificó quiénes serán liberados ni cuántos permanecerán detenidos.
Las detenciones se realizaron en las provincias de Teherán, Shiraz y Alborz. Las autoridades intensificaron la búsqueda de presuntos colaboradores de Israel tras el ataque israelí y el posterior bombardeo de instalaciones nucleares por parte de Estados Unidos. Fuentes vinculadas a exlíderes comunales informaron que las autoridades revisan los teléfonos móviles de los detenidos en busca de registros de llamadas hacia Israel.
Según estas fuentes, la mayoría de los judíos iraníes tiene familiares en Israel. Aunque las comunicaciones estaban tácitamente permitidas en el pasado, las autoridades habrían endurecido las restricciones luego de la guerra. Más de 700 personas han sido arrestadas desde el 13 de junio, fecha del inicio del ataque israelí.
Israel declaró que sus acciones militares, dirigidas contra altos mandos, científicos nucleares, instalaciones de enriquecimiento de uranio y el programa de misiles, respondieron a la necesidad de prevenir un ataque contra su territorio. Estados Unidos intervino posteriormente con bombardeos a tres instalaciones nucleares iraníes y negoció un alto el fuego tras doce días de combates.
La ola de detenciones coincidió con declaraciones de autoridades israelíes que divulgaron material audiovisual sobre la presunta participación de agentes internos en la operación, incluyendo imágenes del lanzamiento de drones desde territorio iraní. No obstante, no existen antecedentes confirmados de reclutamiento de miembros de la comunidad judía iraní por parte de agencias israelíes.
Actualmente, esta comunidad cuenta con aproximadamente 10.000 personas. Antes de la revolución islámica de 1979, superaba las 80.000. Aunque mantienen libertad religiosa, escolar y organizativa, así como el derecho a emigrar, enfrentan restricciones legales y sociales impuestas a los no musulmanes, entre ellas limitaciones para ocupar cargos altos en el gobierno o en las fuerzas armadas.