TEHERÁN, Irán – Dos miembros de las fuerzas de seguridad iraníes murieron en medio de las protestas por la muerte de Mahsa Amini, informaron el domingo los medios de comunicación estatales.
Una ola de disturbios ha sacudido a Irán desde que la joven kurda de 22 años murió el 16 de septiembre tras ser detenida por la policía de la moral en Teherán por violar supuestamente el estricto código de vestimenta de las mujeres de la república islámica.
La violencia callejera ha provocado decenas de muertes, sobre todo de manifestantes, pero también de miembros de las fuerzas de seguridad.
Un miembro de la fuerza Basij murió el sábado por la noche “tras sufrir una grave herida en la cabeza después de un ataque armado por parte de una turba” en el sur de la capital, dijo la agencia estatal de noticias IRNA.
El Basij es una milicia paramilitar vinculada al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, brazo ideológico del ejército iraní.
La agencia añadió que un miembro de la Guardia también fue asesinado el sábado durante las protestas en Sanandaj, la capital de la provincia del Kurdistán, de la que procedía Amini.
Estas muertes elevan el número de miembros de las fuerzas de seguridad muertos durante más de tres semanas de protestas a al menos 14, según los medios de comunicación locales.
La agencia de noticias Fars había dicho el 27 de septiembre que “alrededor de 60” personas habían perdido la vida durante las protestas, cifra que no ha actualizado desde entonces.
El sábado se registraron protestas en diferentes ciudades, entre ellas Teherán y Sanandaj.
“Las fuerzas policiales utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud en docenas de lugares de Teherán”, informó IRNA, y añadió que los manifestantes “corearon consignas y prendieron fuego y dañaron la propiedad pública, incluyendo una caseta de policía y contenedores de basura”.
Se produjeron protestas similares en otras ciudades del país, y los manifestantes lanzaron cócteles molotov contra mezquitas, centros Basij y oficinas de imanes, según la agencia.