La administración Biden se dispone a imponer el jueves sanciones al destacado empresario turco Sitki Ayan y a su red de empresas, acusándole de actuar como facilitador de ventas de petróleo y blanqueo de dinero en nombre del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Según un comunicado del Tesoro que se hará público más tarde el jueves y que ha visto Reuters, las empresas de Ayan han establecido contratos de venta internacionales de petróleo iraní, han organizado envíos y han ayudado a blanquear los ingresos y a ocultar el origen del petróleo iraní en nombre de la Fuerza Quds de Irán, un brazo del CGRI.
“Ayan ha establecido contratos comerciales para vender petróleo iraní por valor de cientos de millones de dólares a compradores de China, Emiratos Árabes Unidos y Europa”, dice el comunicado, añadiendo que luego canalizaba los beneficios de vuelta a la Fuerza Quds.
El hijo de Ayan, Bahaddin Ayan, su socio Kasim Oztas y otra persona también serán designados, junto con al menos dos docenas de empresas, incluido su Grupo de Empresas ASB, un holding con sede en Gibraltar.
El Tesoro congelará los activos estadounidenses de las personas designadas y, en general, prohibirá a los estadounidenses tratar con ellas. Aquellos que realicen determinadas transacciones también correrán el riesgo de ser sancionados.
La relación entre Estados Unidos y Turquía
Las medidas estadounidenses llegan en un momento en que los lazos entre Estados Unidos y Turquía están tensos por una serie de cuestiones, como el desacuerdo sobre la política hacia Siria y la compra por Ankara de sistemas rusos de defensa antiaérea.
Más recientemente, Washington ha advertido a Turquía de que se abstenga de llevar a cabo una incursión militar en el norte de Siria después de que Ankara dijera que estaba preparando una posible invasión terrestre contra las milicias kurdas sirias YPG, a las que considera terroristas pero que conforman el grueso de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) respaldadas por Estados Unidos.
Washington mantiene amplias sanciones contra Irán y ha buscado formas de aumentar la presión mientras los esfuerzos por resucitar un acuerdo nuclear de 2015 con Teherán se han estancado.
El presidente estadounidense, Joe Biden, había tratado de negociar el regreso de Irán al acuerdo nuclear después de que el expresidente Donald Trump lo abandonara en 2018.
El acuerdo de 2015 limitaba la actividad de enriquecimiento de uranio de Irán para dificultar que Teherán desarrollara armas nucleares a cambio de levantar las sanciones internacionales. Irán niega querer adquirir armas nucleares.