La administración Trump ofreció el lunes una recompensa de hasta 20 millones de dólares por información sobre Robert Levinson, un ex agente del FBI que desapareció en Irán en 2007, e impuso nuevas sanciones a los principales funcionarios iraníes a medida que las relaciones se deterioraban aún más por la conmemoración de los 40 años de la toma de posesión de la Embajada estadounidense.
La recompensa por ayudar a resolver la desaparición de Levinson y las sanciones también llega cuando Irán dijo que estaba duplicando el número de centrifugadoras avanzadas que opera para producir combustible nuclear, recortando el tiempo que los expertos creen que la República Islámica necesitaría tener para conseguir suficiente material que le permita construir un arma nuclear.
El Departamento de Estado de Estados Unidos afirma que Levinson fue tomado como rehén en Irán con la participación del régimen iraní. El gobierno iraní nunca ha reconocido su detención. Combinado con una recompensa de 5 millones de dólares que ya ha sido otorgada por el FBI, esto hace un total de 25 millones de dólares disponibles para la persona o personas que proporcionan información sobre Levinson.
“Este es el 40 aniversario del día en que 52 estadounidenses fueron tomados como rehenes y retenidos durante 444 días”, dijo la familia de Levinson en una declaración emitida después de que se anunciara la nueva recompensa. “Bob Levinson ha estado detenido más de 10 veces más tiempo, durante 4.624 días. Bob Levinson debe regresar a casa, y la toma de rehenes de Irán como política del gobierno debe terminar”.
Los altos funcionarios aprovecharon el aniversario para pedir a Teherán que ponga en libertad a todos los estadounidenses desaparecidos y detenidos injustamente, incluidos Levinson, Xiyue Wang, Siamak Namazi y otros.
El Departamento del Tesoro dijo que tomó medidas contra nueve personas para impedir que los fondos fluyeran a una red en la sombra de los asesores militares y de asuntos exteriores de Khamenei, sospechosos de oprimir al pueblo iraní y apoyar a los jihadistas.
Las sanciones se dirigen contra personas de la oficina de Khamenei, las fuerzas armadas y el poder judicial. Dos de ellos han estado relacionados con el bombardeo de los cuarteles de los marines estadounidenses en 1983 en Beirut, que causó la muerte de 241 miembros del personal estadounidense, y con el bombardeo de la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires en 1994.