Mientras Estados Unidos aumenta la presión sobre las exportaciones de petróleo de la República Islámica, China, primer importador mundial de crudo y principal comprador de petróleo iraní, mantiene relaciones cada vez más estrechas con el país.
Durante la visita del presidente iraní, Ebrahim Raisi, a Pekín esta semana, el presidente chino, Xi Jinping, prometió seguir reforzando las “relaciones amistosas” con Irán.
Según un resumen de las conversaciones recogido por la agencia de noticias china Xinhua, el presidente Xi “subrayó que China apoya a Irán en la salvaguarda de su soberanía, independencia, integridad territorial y dignidad nacional, apoya a Irán en la resistencia al unilateralismo y la intimidación, y se opone a que fuerzas externas interfieran en los asuntos internos de Irán y socaven la seguridad y estabilidad de Irán”.
Menos de una semana después de que Estados Unidos aumentara la presión sobre los ingresos de Irán sancionando a nueve empresas que fabrican, comercializan y transportan petróleo y productos petroquímicos iraníes en Asia, el presidente iraní Raisi visitó China por primera vez en muchos años.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro sancionó a seis fabricantes de productos petroquímicos con sede en Irán o a sus filiales y a tres entidades de Malasia y Singapur implicadas en posibilitar la venta y el transporte de petróleo y productos petroquímicos.
El enviado especial para Irán, Robert Malley, advirtió, en respuesta a las nuevas sanciones, que la administración Obama “no dudaría en tomar medidas contra los evasores de las sanciones” y que Estados Unidos está “comprometido a ampliar nuestra aplicación” en vista de los continuos y preocupantes avances nucleares de Irán.
Malley declaró el mes pasado en Bloomberg Television que “China es el principal destino de los envíos ilícitos de Irán” y que se “intensificarán” las conversaciones con China para disuadirla de comprar petróleo iraní.
No es ningún secreto que Irán envía mucho petróleo a China, ya sea directamente o a través de una “flota oscura” de petroleros que utilizan documentación falsificada para que parezca que el petróleo procede de otro lugar, más recientemente de Malasia.
En las últimas semanas, ha habido indicios de que Irán ha aumentado sus envíos de petróleo, en particular a China. Las empresas de seguimiento de buques predicen que, para finales de 2022, las exportaciones iraníes habrán superado el millón de barriles diarios (bpd), y que en noviembre habrán alcanzado los 1,3 millones de bpd, los niveles más altos desde 2019.
Los envíos de petróleo y condensado de Irán alcanzaron un récord en diciembre de 2022 a pesar de las sanciones, según una investigación de Armen Azizian, analista de mercado de crudo de Vortexa, publicada en enero de 2023.
Como consecuencia de las sanciones occidentales contra el petróleo ruso y de la invasión rusa de Ucrania, los buques dejaron de transportar petróleo iraní y empezaron a comerciar en su lugar con crudo ruso. Sin embargo, Azizian dijo que en el cuarto trimestre de 2022, el comercio de petróleo iraní tuvo aumentos netos de flota.
Xi Jinping se reunió el martes en Pekín con el presidente iraní, Hassan Rouhani, y prometió “promover inquebrantablemente la cooperación amistosa con Irán, impulsar un nuevo desarrollo de la relación estratégica integral China-Irán y desempeñar un papel beneficioso en la paz mundial y el progreso humano”.
El comercio, la agricultura, la industria y las infraestructuras son áreas en las que China e Irán esperan “profundizar en la colaboración práctica”, en palabras de Xi.
Dos meses después de que Xi visitara al adversario regional de Irán, Arabia Saudita, el presidente iraní se encuentra en China.
El líder chino se reunió con el rey Salman y el príncipe heredero Mohammed bin Salman en Riad a principios de diciembre, cuando hablaron de aumentar el comercio de petróleo entre sus países.
Durante su visita a Arabia Saudita, Xi prometió que China “aumentaría la comunicación y la coordinación con Arabia Saudita en materia de política energética”, entre otras cosas. China también prometió aumentar el volumen de su comercio de crudo con el reino, así como incrementar su cooperación con Arabia Saudita en las áreas de exploración y desarrollo.
Una declaración conjunta publicada al término de la reunión saudí-china de diciembre decía: “Las dos partes aplaudieron su volumen de comercio de petróleo y los grandes cimientos de la asociación debido a los enormes recursos petrolíferos del reino y los amplios mercados de China”.