Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido establecieron el final de agosto como fecha límite para lograr un acuerdo nuclear con Irán. Si no se alcanza, las potencias europeas activarán el mecanismo de retroceso que restablecerá automáticamente las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU levantadas en 2015. Así lo informó Axios, citando a tres fuentes con conocimiento directo del tema.
El mecanismo tomaría 30 días en completarse, y los gobiernos implicados desean concluir el proceso antes de que Rusia asuma la presidencia del Consejo de Seguridad en octubre. Axios también reportó que funcionarios en Israel, Francia, Alemania y el Reino Unido manifestaron inquietud por una posible oposición del presidente Donald Trump, quien podría considerar que las sanciones interfieren con los esfuerzos diplomáticos.
Según funcionarios israelíes, el primer ministro Benjamin Netanyahu abordó el asunto durante su visita a Washington con Trump, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff. Este último, de acuerdo con el informe, expresó que futuras negociaciones entre Washington y Teherán deben realizarse de manera directa para reducir errores de interpretación y acelerar el proceso.
Fuentes europeas declararon que planean iniciar contactos con Irán durante los próximos días. Axios detalló que entre las acciones previstas por Irán estaría el restablecimiento del monitoreo del OIEA y la remoción de 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60 %, almacenados en instalaciones nucleares iraníes. El nivel de enriquecimiento constituye uno de los principales puntos de tensión.
El informe indicó que las potencias occidentales presentan la advertencia de reimposición de sanciones como medida de presión para alcanzar un acuerdo, además de considerarla un recurso si fracasan las gestiones diplomáticas. Por su parte, Teherán sostuvo que no existe base legal, política ni moral para restablecer las sanciones, argumentando que mantiene su compromiso con el acuerdo de 2015, y advirtió que abandonará el Tratado de No Proliferación Nuclear si se reactiva el régimen sancionador.
Trump declaró el martes que Irán desea entablar conversaciones, aunque aseguró no tener urgencia. “Les gustaría hablar. No tengo prisa por hablar porque borramos su sitio”, afirmó ante la prensa tras regresar de un viaje a Pittsburgh, en alusión a los ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes durante el mes anterior.
El Parlamento iraní declaró el miércoles, a través de la Agencia de Noticias de Estudiantes Iraníes, que no deben reanudarse las negociaciones nucleares con Estados Unidos hasta que se cumplan condiciones previas, sin precisar cuáles son. Días antes, Teherán había afirmado que no existía una fecha definida para una reunión bilateral, en el contexto de la guerra en curso con Israel que interrumpió el proceso.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Esmaeil Baqaei, señaló que no se había determinado “una fecha, hora o lugar específico” para una eventual reunión entre el diplomático iraní Abbas Araghchi y Witkoff. Ambos iniciaron contactos en abril, sin alcanzar acuerdos tras cinco rondas, que representaron el nivel más alto de diálogo entre los dos países desde que Washington abandonó el acuerdo nuclear en 2018.
Las negociaciones, facilitadas por Omán, se suspendieron luego de los ataques israelíes del 13 de junio contra instalaciones nucleares y de misiles balísticos iraníes. Este ataque desencadenó una guerra en la que Estados Unidos se integró posteriormente. Israel declaró que sus acciones buscaban impedir la ejecución del plan iraní de destruir el Estado de Israel.
Irán negó haber buscado desarrollar armas nucleares. Sin embargo, incrementó el nivel de enriquecimiento de uranio a cifras sin aplicación civil, restringió el acceso de los inspectores internacionales a sus instalaciones nucleares y amplió su programa de misiles balísticos. Israel sostuvo que estas acciones indican avances hacia la fabricación de armamento nuclear.
Estados Unidos efectuó nuevos ataques el 22 de junio contra el programa nuclear iraní, impactando las instalaciones de Fordo, Isfahán y Natanz. Las autoridades no han confirmado el alcance de los daños. Baqaei declaró que “todavía está bajo investigación”. En respuesta, Irán lanzó más de 500 misiles balísticos y cerca de 1.100 drones contra Israel, lo que provocó 29 muertes y más de 3.000 heridos, según datos oficiales. Irán también atacó una base estadounidense en Qatar en represalia por las acciones militares de Washington.