El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves, por 98 votos contra 2, un paquete de sanciones a Rusia, Corea del Norte e Irán y envió el documento a la Casa Blanca para la su promulgación.
La medida pone al presidente Donald Trump ante la disyuntiva de aplicar sanciones a Rusia, país con el que buscaba mejorar relaciones, o asumir el costo político de un veto. Países europeos también expresaron preocupaciones por el impacto económico de sanciones a Rusia.
La Cámara Baja ya había aprobado este martes por 419 votos a 3 el texto, que impondría sanciones a Rusia por su supuesta injerencia en las elecciones de 2016 a la Casa Blanca, así como por su actividad militar en el este de Ucrania y su anexión de Crimea en 2014. Las sanciones a Irán y Corea del Norte se deben a sus programas de armamentos.
El proyecto también propone sancionar a rusos implicados en violaciones de derechos humanos, responsables de ciberataques e individuos que hayan suministrado armas al Gobierno de Siria.
La vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo este jueves antes de la votación que Trump espera a recibir la propuesta para tomar una decisión. «Vamos a esperar y ver el proyecto final, y tomaremos una decisión en ese punto», afirmó Sanders.
El flamante director de comunicación de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, insinuó hoy, sin embargo, que Trump podría vetar la propuesta legislativa para promover algo «más duro».
Trump ha expresado siempre su deseo de mejorar las relaciones con el Kremlin y considera reabrir unas instalaciones diplomáticas rusas en suelo estadounidense que el ex presidente Barack Obama clausuró como castigo por la presunta intromisión de Rusia en las elecciones del año pasado en Estados Unidos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, achacó hoy las sanciones a una «histeria antirrusa» en Estados Unidos, y su Ministerio de Asuntos Exteriores indicó que representan «un paso muy serio hacia la destrucción de las posibilidades de normalizar la relaciones».