TEHERÁN, Irán – El ministro de Asuntos Exteriores iraní afirmó el miércoles que había mantenido una “conversación amistosa” con su homólogo saudí en Jordania, a pesar de las reiteradas acusaciones de Teherán de que Riad ha fomentado las protestas que se vienen produciendo desde hace meses en la República Islámica.
Jordania acogió el martes la conferencia Bagdad II, que reunió a actores clave de Oriente Medio e internacionales -incluidos los rivales Irán y Arabia Saudita– en un intento de rebajar las tensiones regionales.
“Al margen de la reunión, tuve la oportunidad de conversar amistosamente con algunos de mis homólogos, entre ellos los ministros de Asuntos Exteriores de Omán, Qatar, Irak, Kuwait y Arabia Saudita”, declaró Hossein Amir-Abdollahian en un mensaje en árabe.
“El ministro saudí me aseguró la disposición de su país a continuar el diálogo con Irán”, añadió.
Las protestas han sacudido Irán desde la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, kurda iraní de 22 años, tras su detención en Teherán por una supuesta infracción del código de vestimenta de las mujeres de la República Islámica.
Las autoridades del país afirman que cientos de personas han muerto en los meses de violencia callejera, entre ellas decenas de miembros de las fuerzas de seguridad, y miles han sido detenidas.
Irán ha acusado a sus “enemigos”, encabezados por Estados Unidos, de avivar las protestas. Las autoridades también han señalado el papel de Arabia Saudita en la financiación de medios de comunicación “hostiles” en lengua persa en el extranjero.
En noviembre, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani, pidió a Arabia Saudí que cambiara su comportamiento “hostil”. El ministro de Inteligencia, Ismail Khatib, advirtió a los vecinos de Irán, entre ellos Arabia Saudita, de que tomaría represalias contra cualquier intento de desestabilizar el país.
Arabia Saudita cortó lazos con Irán en enero de 2016, después de que su embajada en Teherán y su consulado en la segunda ciudad, Mashhad, fueran atacados por manifestantes tras la ejecución por Riad del clérigo chií Nimr al-Nimr.
Desde abril de 2021, Irak ha acogido una serie de reuniones entre los responsables de seguridad de ambos países.
Las conversaciones se han estancado en los últimos meses y no se ha anunciado públicamente ninguna reunión desde abril de 2022.
Irán, de mayoría chií, y Arabia Saudí, de mayoría suní, apoyan a bandos rivales en varios conflictos de la región, sobre todo en Yemen, donde Riad ha liderado una intervención militar en apoyo del gobierno, mientras que Irán apoya a los rebeldes chiíes que controlan la capital, Saná, y gran parte del norte.